El Puente Avenida que une Irun y Hendaia reabirá el próximo 30 de octubre, una vez termine el Mundial de Rugby que acoge el Estado francés. Así lo ha anunciado la Prefectura de los Pirineos Atlánticos este miércoles, casi diez meses después de la cumbre hispano-francesa de Barcelona, en la que se empezó a abordar esta cuestión, y días después de que un colectivo vecinal entregara 12.000 firmas en el Ayuntamiento de Hendaia. Casi tres años después no renovará la orden que mantiene cerrados otros tres puntos fronterizos entre Hegoalde y e Iparralde, además del histórico enclave entre Gipuzkoa y Lapurdi y otros puntos fronterizos con Catalunya.

“El nuevo operativo que se ha trabajado durante los últimos meses, que tiene vocación de permanencia con nuestros socios españoles, permitirá mantener un nivel de control del espacio fronterizo similar al que existe hoy en día”, reza el comunicado de la Prefectura, que en la orden que publicará también incluirá la apertura de los pasos de Izpegi (que une Erratzu y Baigorri), el de Quinto Real-Aldudes, y el de Larrau.

Los trabajos a los que alude el prefecto de los Pirineos Atlánticos arrancaron en enero de 2023, con motivo de la cumbre franco-española de Barcelona, tras las que entre los distintos grupos de trabajos se articuló uno sobre el control de las fronteras.

Macron saluda a Pedro Sánchez en la cumbre hispanofrancesa celebrada en Barcelona. EP

Este mismo sábado un colectivo de 30 vecinos de Hendaia entregaron al alcalde de la villa, Kotte Ecenarro, más de 12.000 firmas exigiendo el final del cierre de un puente peatonal. Con el tren en su propio puente y el Puente Santiago para el tráfico rodado, en Avenida se había convertido en un puente peatonal que servía a miles de personas en el día a día entre Irun y Hendaia. Conviene recordar que cerca de una tercera parte de los 17.000 habitantes de la villa hendaiarra son de origen guipuzcoano.

Fue la alerta antiterrorista que declaró Francia tras los ataques a Bataclan en noviembre de 2015 la que empezó a provocar cierres puntuales de la frontera, abierta desde los primeros años 90 cuando ambos estados pertenecían al Espacio Schengen. Aun así, el cierre definitivo del Puente Avenida llegó en enero 2021, en plena pandemia.

París ha antepuesto siempre las razones antiterroristas, pero de fondo existe un segundo motivo de “lucha contra la inmigración ilegal” para cerrar el puente Avenida y centralizar todos los tráficos, también los peatonales y los ciclistas, por el contiguo Puente Santiago. En este punto instaló una caseta de control policial. Aun así, había temporadas en las que por falta de efectivos policiales dicho puesto de vigilancia permanecía vacío.

Estos problemas llevaron al Ministerio del Interior francés a proponer diferentes medidas. Una de ellas, la de utilizar drones para controlar un área fronteriza de 22 kilómetros cuadrados entre Irun, Hendaia y Urruña. Abogados de Baiona y Pau interpusieron distintos recursos a la orden de la Prefectura de los Pirineos Atlánticos.

Primero, un tribunal contencioso-administrativo de la capital departamental y después el Consejo de Estado tumbaron en pocas semanas el empleo de drones al no quedar justificada la medida: no había un incremento de flujos migratorios como para requerir de semejante apoyo tecnológico y, en segundo lugar, la utilización de drones chocaba con el debido respeto de la intimidad de miles de vecinos de Iparralde.

En ese mismo mes de julio en el que la orden de Interior recibe este varapalo, el propio prefecto de los Pirineos Atlánticos, Julian Charles, puso sobre la mesa una segunda solución que implicaba de lleno al Gobierno español.

El sucesor de Éric Spitz en la Prefectura (un Spitz con quien el delegado del Ejecutivo español en la CAV, Denis Itxaso, y el alcalde de Irun, José Antonio Santano, se reunieron en Pau en julio de 2022) apostó por organizar patrullas de vigilancia conjunta en el río Bidasoa. Lanzaba la pelota así al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, que no ha dado respuesta pública al emplazamiento.

“Queríamos que el Puente Avenida estuviera abierto para la temporada de verano, pero no ha podido ser”, declaró Charles a finales de junio en una visita a Hendaia, donde fue preguntado por una situación que cada vez generaba más enfado en la población local. Fue entonces cuando Charles desveló que existían unas “negociaciones entre París y Madrid para poner en marcha patrullas fronterizas conjuntas”.

Conviene recordar que la muga entre Irun, Hendaia y Urruña a día de hoy ya cuenta con un CCPA (Centros de Cooperación Policial y Aduanera) que se encuentra en Hendaia, donde tenían presencia la Policía francesa, la Policía Nacional española, la Guardia Civil y el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales. A ellos se sumó la Ertzaintza en 2010.

Conocido el contexto de la Cumbre de Barcelona al que alude el comunicado del prefecto, las declaraciones de Charles en junio no eran casuales, pese a que no tuvieron respuesta de Madrid. Fue en enero, con motivo de la cumbre franco-española que se celebró en Barcelona, cuando la prensa francesa abordó la posibilidad de que tras la visita del presidente, Emmanuel Macron, ambos países activaran grupos de trabajo para analizar la gestión de las fronteras.

Pocos días después de las declaraciones de Charles, tanto el alcalde de Hendaia, Kotte Ecenarro, como su homólogo de Irun se citaron a las 6 de la mañana para una foto llamada a ser histórica. Con motivo del paso del Tour de Francia masculino por este punto (en realidad, el contiguo Puente Santiago), la Prefectura ordenó reabrir el puente Avenida. Una reapertura que tenía fecha de inicio y final, lo que provocó un mayor enfado en la población local.

Esa misma semana varias decenas de vecinos cortaron el tráfico rodado del Puente Santiago y en el Avenida se celebró una concentración multitudinaria clamando la reapertura tras dos años y medio.

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Concentración por la reapertura del Puente Avenida de Irun Iker Azurmendi

Construido en 1915, el Puente Avenida fue la vía de salida para miles de vascos hasta que el Ejército sublevado entró por Navarra y cortó el acceso a la frontera en septiembre de 1936. Años después, el president catalán en el exilio, Lluís Companys, fue entregado en el mismo Puente Avenida por las tropas nazis durante la Segunda Guerra Mundial al Gobierno franquista.

A mediados del siglo XX, la construcción del Puente Santiago redujo el tránsito del Puente Avenida, que en 2020 fue sometido a una remodelación estructural. Como la construcción de 1915, fue el Ayuntamiento de Irun quien sufragó la obra.