Las obras de transformación del edificio de la Bretxa avanzan con los preparativos de la actuación para instalar una cancha deportiva dentro del edificio. La Junta de Gobierno de hoy en el Ayuntamiento de Donostia tiene previsto aprobar el proyecto de obras para la instalación de este espacio deportivo, que nace para paliar las carencias de la Parte Vieja en este aspecto.

El proyecto tiene un precio cercano a 1,5 millones de euros (IVA incluido) y supondrá la creación de una pista multideportiva de 34 por 18 metros. Tras la aprobación del documento técnico serán necesarias varias semanas para que se puedan sacar a concurso las obras.

El local que ocupará la zona deportiva (cancha y demás servicios) ocupará la mitad de la superficie de la planta del edificio. En la planta segunda de la antigua Pescadería estará la pista, además de dos vestuarios para árbitros, otros dos para uso general y otros dos adaptados. Además, habrá una oficina, dos almacenes y un cuarto de limpieza.

En la planta tercera habrá un pasillo-balcón desde el que los asistentes podrán contemplar los encuentros en la cancha deportiva así como un aula docente y una zona de aseos.

La entrada al recinto deportivo del edificio multiusos (tendrá también mercado y centro de salud) se llevará a cabo por la entrada que se abrirá en la calle Aldamar, desde donde se podrán tomar escaleras y ascensor.

La pista deportiva tendrá luz natural ya que la recibirá desde los lucernarios instalados en la cubierta del edificio. Desde la cancha se podrá acceder directamente a los almacenes de material y a una pequeña oficina.

Antes del inicio de las obras, el Ayuntamiento y la concesionaria Baika Mercados llevarán a cabo una inspección del estado del edificio en obras para controlar la situación de lo ya ejecutado y resolver así adecuadamente los conflictos que pudieran surgir durante la habilitación de la zona deportiva.

El Ayuntamiento trabaja en la actualidad para que la cancha deportiva se pueda abrir a lo largo del año 2023, al igual que el ambulatorio, que ocupará parte de dos plantas.

A finales de enero “como muy tarde”, según dijo el alcalde, Eneko Goia, entrará en funcionamiento el nuevo mercado de abastos en la planta a ras de calle. Con el traslado de los puestos que actualmente funcionan en el subterráneo de la plaza se liberará este espacio, en el que se asentará el supermercado Lidl. El sótano, que acoge ahora el supermercado, se destinará a almacén de vehículos no contaminantes de carga y descarga y obradores del mercado, entre otras dependencias.

Las baserritarras del exterior, que trabajan provisionalmente en unas carpas pegadas a la fachada principal de la Pescadería, se trasladarán al otro lado de la plaza, junto a la trasera del edificio del viejo mercado de abastos.

cuatro entradas

El futuro edificio de la Pescadería tendrá cuatro entradas al mercado de la planta baja del inmueble, una por cada fachada.

Por otra parte, en el futuro acogerá también una actividad hostelera, vinculada con el Basque Culinary Center, según anunció en su día el Ayuntamiento.

El inmueble data de 1928 mientras que el mercado general, llamado ahora Arkoak , es anterior y tiene su origen en 1870. Las obras en las que está inmerso el edificio construido para la venta de pescado comenzaron en 2018 aunque tuvieron un parón de 16 meses. Recientemente, las calles San Juan e Iñigo que rodean la construcción ha sido peatonalizadas.