Gipuzkoa e Iparralde darán el año que viene un paso más en la integración de su transporte público: los usuarios de la tarjeta Mugi Mugi podrán viajar con ella en la red del norte del Bidasoa y viceversa, la ciudadanía de Iparralde podrá utilizar con la tarjeta Txik Txak, que entrará en vigor en verano, los transportes públicos de Gipuzkoa. Así lo anunciaron ayer los presidentes de la Autoridad Territorial del Transporte de Gipuzkoa y del Sindicato de Movilidad de Iparralde-Atturri, Rafaela Romero y Jean-François Irigoyen, respectivamente, tras la firma de un convenio de ticketing interoperable.

En un acto que se celebró en Hendaia y que contó con la presencia de alcaldes de Donostia, Irun y Hendaia (Eneko Goia, José Antonio Santano y Kotte Ecenarro) y ediles de Hondarribia (Juan Mari Altuna), Baiona (Joseba Erremundeguy) y Donibane Lohitzune (Bruno Garraïalde), los representantes de ambas autoridades del transporte avanzaron que dicha fusión técnica será un hecho en un año, después de que la ciudadanía de Iparralde pueda disfrutar de su propia tarjeta de transporte, Txik Txak, que entrará en funcionamiento el 4 de julio en dicha red conjunta de Iparralde creada en 2019.

Uno de los puntos donde más se notará la opción de poder usar ambas tarjetas para cruzar la muga serán en las líneas de autobús entre Irun y Hendaia. El año 2016 se inauguraron dos trayectos de Hegobus: la línea 31, entre la plaza San Juan de Irun y la EHPAD Haizpean de Hendaia; y la 33, que va desde Behobia hasta la playa hendaiarra, pasando por Urruña y Biriatu.

En ninguna de estas líneas se puede pagar hoy el billete, que cuesta un euro, con la tarjeta Mugi. Además, en los meses de verano se suma el servicio entre ambos arenales del País del Bidasoa, una tercera línea muy empleada que también pasa por Irun.

Dos proyectos

En la cita de ayer los representantes aprovecharon para explicar dos proyectos que se han desarrollado y han tenido como eje la Eurociudad vasca y que cuentan con ayuda del Fondo Europeo de Desarrollo Regional: E-Mobask y Smartmob.

El primero de ellos se ha desarrollado en el conjunto de la Eurociudad. Con un presupuesto de 1,8 millones de euros, integra a la Autoridad del Transporte de Gipuzkoa, Dbus y el Sindicato de Movilidad de Ipar Euskal Herria -que engloba a los 158 municipios de Iparralde y Tarnos, Ondres y Saint Martin de Seignanx (Landas)- y busca fomentar el uso del transporte público y mejorar los sistemas, que es donde se enmarcan los nuevos pasos en la integración de las tarjetas Mugi y Txik Txak.

Gipuzkoa suma así a Iparralde entre sus planes de expansión, que incluyen al metro de Bilbao. Hoy se puede utilizar en los tranvías de Bilbao y Vitoria, la línea 3 del metro bilbaino, los autobuses interurbanos de Araba y el urbano de Vitoria, entre otros.

El segundo de los proyectos, que se ha desarrollado entre 2018 y 2022, se ha centrado entre Irun, Hondarribia y Hendaia, donde Smartmob ha perseguido "integrar soluciones de movilidad inteligente y sostenible" con los objetivos de "mejorar la oferta; desplegar soluciones sostenibles y eficientes para superar los límites administrativos; y responder a los retos/problemas de movilidad interterritorial".

Movilidad transfronteriza

Distintos cálculos apuntan a que entre un tercio y una cuarta parte de los más de 16.000 habitantes de Hendaia son guipuzcoanos o nacieron en Gipuzkoa, con toda la afección que tiene para la movilidad a ambos lados del Bidasoa. La última década ha visto la creación de estructuras de movilidad ciclista, como el bidegorri que une los puentes de Behobia y Santiago por ambas orillas, y la creación de las dos citadas líneas de Hegobus.

Con esta realidad transfronteriza en mente, los representantes institucionales coincidieron ayer en la necesidad de "seguir trabajando con el objetivo de afianzar la movilidad sostenible entre ambos territorios". Los diferentes portavoces pusieron el foco en el transporte por carretera, con el reto de la "electrificación de la flota de autobuses", pero en el entorno de la Eurociudad Baiona-Donostia y en el marco de la Eurorregión está sobre la mesa la creación de una línea de tren que una ambas capitales en algo menos de 50 minutos y que puede ser realidad en 2028.

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El proyecto, que explicó en sus páginas la edición de NOTICIAS DE GIPUZKOA ayer, supondría incrementar los 34 millones de pasajeros que utilizan las dos líneas de cercanías de ambos lados de la muga y la del Topo hasta los 122 millones, para lo que contaría con un presupuesto de 83 millones, de los que 20 se destinarían a un taller de mantenimiento de las unidades y los 63 restantes, al material rodante. Según reconocieron las autoridades de la Eurorregión la pasada semana, la aspiración es que entre seis y diez años un mismo tren pueda unir Donostia y Baiona sin ningún obstáculo.