El cementerio de Polloe contará en un futuro cercano con una zona reservada a los musulmanes. En concreto, se destinarán 70 tumbas de la zona de las fosas comunes, con espacio para cuatro cuerpos en cada una, o sea que habrá espacio para 280 difuntos.

La zona en la que se ubican estos espacios de enterramiento están ahora en desuso y ocupa 400 metros cuadrados. El Ayuntamiento ha aceptado la petición de la comunidad musulmana para que la zona utilizada por los fieles del Islam, una religión que ha ido aumentando su presencia en la capital guipuzcoana. Según las cifras oficiales de 2019, solo los marroquíes empadronados en Donostia eran cerca de un millar y suponían un 6,8% de la población extranjera. La mayoría de ellos profesa la religión islámica.

Aunque lo habitual es que los cuerpos los musulmanes llegados de otros países se repatríen para ser enterrados, la pandemia ha impedido esta práctica, lo que ha contribuido a que se soliciten espacios para el enterramiento islámico en Donostia, al igual que sucede en otras ciudades.

El concejal de Mantenimiento Urbano, Miguel Angel Díez Bustos, explicó este viernes que "esta iniciativa del Ayuntamiento donostiarra no es única en Gipuzkoa, ya que viene trabajándose desde hace unos meses junto con otros seis municipios del territorio". El corporativo añadió que "no se prevé un recinto para ritos fúnebres islámicos, ni un gasto extraordinario para el Ayuntamiento de la ciudad" con esta reserva.

El concejal recordó también que otros municipios de Euskadi y otras zonas del Estado ya disponen de espacios para los enterramientos islámicos. Si ir más lejos en el cementerio de Derio, que da servicio a Bilbao y su entorno, hay espacio para esta religión desde 2008 y en Vitoria, desde este año. Díez añadió que “la pandemia ha acelerado en Gipuzkoa esta necesidad, al haber sido imposible en esa época repatriar a sus países de origen los cuerpos de quienes residían entre nosotros”.