- Adiskide bat bazen, benetan bihozbera, poesiaren hegoek, sentimenduzko bertsoek, antzaldatzen zutena... Con esas frases empieza la inigualable canción popular Xalbadorren Heriotzean y entonándolas comenzó a las 19.00 horas de ayer el homenaje que la ciudadanía de Elgoibar tributó al joven Oier Etxaniz, fallecido el viernes a los 31 años de edad víctima de un cáncer.

Convocados a través de las redes sociales por los integrantes de la Banda de Música Municipal y la txaranga Mauxitxa (Oier tocaba el saxofón en ambas agrupaciones), cientos de elgoibartarras se sumaron al homenaje desde los balcones de sus casas.

Ni que decir tiene, los músicos de la Banda y de la txaranga lo hicieron haciendo sonar sus instrumentos, mientras que numerosos elgoibartarras respaldaron cantando un homenaje que resultó de lo más emotivo.

Y es que, por unas u otras razones, muchos vecinos de la localidad conocían y mantenían una buena relación con el malogrado Oier, que desde muy joven había destacado por su gran dinamismo y capacidad de trabajo.

No en vano, además de su conocida pasión por la música (ocasionalmente también tocaba el bajo), Oier Etxaniz era un activo miembro de la asociación de familias de menores oncológicos de Gipuzkoa Aspanogi, con la que colaboraba habitualmente entreteniendo a los niños aquejados por esa enfermedad y junto a la que publicó el libro Itsasoan barrena.

Informático de profesión e investigador de la Universidad del País Vasco (tenía intención de defender su tesis doctoral sobre Bioinfomática en septiembre), Oier Etxaniz fue el creador de un portal digital en el que recogía toda la actividad cultural de su pueblo (elgoibarkokultura.hatza.eus) y en la actualidad también era el presidente de Python San Sebastián; una entidad centrada en organizar encuentros científicos. Goian bego.