donostia - El dispositivo de seguridad que se prepara para las fiestas de Aste Nagusia, que arrancarán el próximo sábado, prevé contar con mayor presencia policial en las calles y prestará especial atención a los hurtos y robos y a las agresiones sexistas. Responsables de la Ertzaintza y de la Guardia Municipal se reunieron ayer en el Ayuntamiento de Donostia para ir concretando la forma que adquirirá ese dispositivo y cómo abordarán la semana de fiestas.

En la citada reunión de la comisión de coordinación participaron, además de mandos de los dos cuerpos policiales, el alcalde, Eneko Goia, junto con el viceconsejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Zubiaga, así como el concejal delegado de Seguridad Ciudadana y Protección Civil, Martin Ibabe.

En el encuentro repasaron las prioridades del dispositivo que se desplegará en la ciudad “haciendo especial hincapié en la presencia policial a pie de calle y la seguridad de las multitudes congregadas en los grandes acontecimientos como los fuegos artificiales o los conciertos”, indicaron fuentes municipales. Además, serán también prioridad de los agentes tanto la prevención de los robos como las conductas derivadas del consumo de alcohol y drogas y las agresiones y abusos de carácter sexista.

“Se ha hecho un repaso de todas las actividades que se celebrarán en las fiestas”, explicó el concejal Martin Ibabe, que añadió que para intentar evitar sobre todo las agresiones sexistas y robos “habrá mayor presencia policial que el año pasado en las calles de Donostia, sobre todo de noche y reforzando especialmente ámbitos que consideramos que son más sensibles a este tipo de situaciones”. “Será importante la colaboración ciudadana y esperamos que sean fiestas sin agresiones y robos”, añadió.

diskofesta Cabe recordar que el año pasado, además de los hurtos o robos que suelen ser habituales en grandes concentraciones de gente, se registraron hasta siete denuncias por agresiones o abusos sexuales (incluida una violación) y varias de ellas sucedieron en el mismo lugar, en el entorno de la diskofesta del Kursaal, lo que llevó al Ayuntamiento a suspenderla los últimos días. Aunque se barajó la posibilidad de no celebrarla, este año volverá a haber diskofesta, aunque el Gobierno municipal implantará nuevas medidas para tratar de hacer más seguro todo el entorno. Entre otras cuestiones, se cerrará el espigón de la Zurriola con vallas a partir de las 22.00 horas y se iluminará más tanto la terraza Urumea del Kursaal, donde se desarrollarán las sesiones musicales, como la zona de la playa más cercana. Además, también esta previsto aumentar la vigilancia y el control por parte de personal uniformado en los accesos al recinto en el que actuarán los Dj.

“Hemos decidido afrontar la realidad y vamos a celebrar las fiestas con naturalidad y libertad”, señaló recientemente el concejal de Fiestas Jon Insausti. El pasado año hubo cuatro agentes dentro de la diskofesta y cuatro parejas de guardias en la zona (además de los servicios ordinarios, que incluyen dos vehículos de la policía local y efectivos de la Ertzaintza). Este año, el Ayuntamiento tratará de hacer más visibles a los agentes y encargados de seguridad para dificultar que se produzcan situaciones contra la libertad sexual.

La reunión de la comisión de coordinación de ayer tuvo lugar, precisamente, tras tener noticia de la denuncia de una violación en grupo a una joven de 18 años en Bilbao y la posterior detención de seis personas presuntamente implicadas.