Elgoibar - Apasionado de disciplinas tan dispares como las carreras de montaña, la mountain bike o el descenso de barrancos, el elgoibartarra Daniel Arenas ganó durante su juventud numerosos concursos de caza. Posteriormente, logró destacar en el mundo del culturismo (en 2008 se proclamó campeón de Euskadi, Navarra y Cantabria y en 2010 quedó quinto en el campeonato de España) y ahora acaba de regresar de la República Checa con el título de campeón del mundo de bikejoring (en la categoría de veteranos de 40 a 45 años) bajo el brazo.

¿Qué es el bikejoring?

-Es una disciplina del mushing en la que tú vas en una bicicleta de montaña y el perro tira de ti, amarrado a una línea de tiro con un arnés específico.

¿Cómo llega al mundo del mushing?

-Toda mi vida he corrido en el monte y llegó un día en que mi pareja y yo decidimos coger en adopción a Sua, un pastor belga Malinois. Cuando el perro cumplió un año probamos el canicross y me encantó. De hecho, ganamos la liga vizcaina de esa modalidad pero el médico me dijo que no me convenía competir a esas frecuencias cardíacas.

Y del canicross se pasó a la práctica del bikejoring....

-Así es. Al principio me llevé unas buenas hostias porque cuesta coger la técnica, el perro se cruza... No resultó nada fácil cogerle el truco pero desde un principio fue una disciplina que me enamoró porque me permite disfrutar al mismo tiempo de la naturaleza, la mountain bike y el perro, que es lo que me gusta.

¿Cuándo empezó a competir?

-Hace apenas medio año. Sua y yo debutamos en el bikejoring en la prueba que se disputó en febrero en Hondarribia y a partir de ahí hemos acudido a todas las carreras que hemos podido: a Burgos, Navarra...

¿Cómo consigue clasificarse para el campeonato del mundo con tan poco tiempo de práctica?

-La verdad es que no lo esperábamos y fue una grandísima sorpresa porque la prueba clasificatoria fue la de nuestro debut en Hondarribia y no lo sabíamos. De hecho, tras comunicarnos que habíamos conseguido clasificarnos para el mundial de la República Checa tuvimos que acudir a Valladolid para que un juez de la Sociedad Canina Española certificara que nuestro perro era de la raza pastor belga porque no teníamos ningún papel que lo dijera.

Realizados los trámites, deciden acudir al mundial pero ¿cómo se prepara para esa cita?

-Con la ayuda del exatleta Alejandro Gómez, que es campeón de España en diferentes disciplinas del mushing. Me invitó a pasar la Semana Santa en Soria y allí entrenamos con los perros y me dio un montón de directrices sobre la nutrición, los entrenamientos... Aprendí mucho a su lado y eso me valió para ir con confianza al campeonato organizado en Pisek por la Federación Mundial del Pastor Belga.

Fue con confianza y regresó como campeón del mundo de veteranos. ¿Cómo fue la competición?

-La verdad es que todo fue a pedir de boca desde el mismo momento del sorteo ya que me tocó salir un minuto después del representante suizo, que era el principal favorito. En cuanto a las pruebas, competimos dos días. El primero consistió en completar un recorrido de apenas 2,2 kilómetros pero muy técnico y con muchos desniveles. Sua estuvo sensacional y conseguimos adelantar y dejar atrás al competidor suizo, por lo que afrontamos el segundo día de carreras con una ventaja de minuto y medio. Eso me dio tranquilidad para completar el nuevo recorrido, de 4,5 kilómetros y en continuo sube y baja. Al final, sacamos unos tres minutos al segundo clasificado y además de lograr la victoria en veteranos de 40 a 45 años conseguimos el segundo puesto de la clasificación general.

¿Qué objetivos se marca para el año que viene?

-Me encantaría poder regresar al mundial para intentar revalidad el título de este año pero no es fácil porque hace falta mucho dinero para la inscripción, el viaje... Si consigo el apoyo o el patrocinio de alguna marca, empresa o institución lucharé con todas mis fuerzas para dejar el nombre de Euskadi en lo más alto.