En los años 80 los atletas de la extinta RDA se inflaron a ganar carreras y batir récords. Algunas de estas marcas no han conseguido batirse. En aquella misma época, los hermanos zizurkildarras Juan Mari y Pello Garin ganaron casi todas las carreras de Gipuzkoa y batieron también muchos récords. Con una diferencia: mientras los primeros se beneficiaban del dopaje de Estado, los guipuzcoanos se imponían a base de entrenamiento y alimentos del caserío. A Peio le queda ya un único récord y es de una prueba de Urola Garaia: la Izazpiko Igoera. Esta carrera se disputará el domingo 6 de mayo.
El récord de Garin data de 1982. Subió a Izazpi y bajo a Ezkio en 31 minutos y 26 segundos. La prueba dejó de organizarse pocos años después y se recuperó en 2016. Estas dos últimas ediciones las ha ganado Aritz Egea, uno de los mejores corredores de montaña de Euskadi. Pero ni siquiera él ha conseguido batir el récord, aunque el año pasado se quedó cerca: a solo 18 segundos. “Tras la primera edición, pensé que sería casi imposible batir la marca, pero el año pasado me quedé cerca. Alguien la acabará batiendo. Eso sí, los tiempos marcados por los hermanos Garin son muy buenos. Todavía tienen varias marcas”.
Egea vive en Ezkio y le gustaría ser él quien batiera la marca de la Izazpiko Igoera, pero lo ve difícil. “Es una prueba corta, pero muy dura. El cuerpo se lleva una gran paliza en la bajada y le cuesta tres días recuperarse. Este año no creo que participe, pues la semana siguiente tengo el kilometro vertical y la media maratón de la Transvulcania”.
Organizador Uno de los organizadores, el también corredor de montaña Joxe Mari Gabilondo, cree que este año tampoco se batirá el récord. “La fecha no invita a que los mejores corredores vengan a batir el récord, pues se disputa unas pocas semanas antes de la Zegama-Aizkorri. No creo que nadie venga en disposición de mejorar la marca. Además, hace falta tener todos los factores a favor. El año pasado Egea los tuvo y, a pesar de ello, no lo logró”.
Cuando se le pide el nombre de korrikalaris capacitados para lograr la gesta, Gabilondo menciona al urretxuarra afincado en Ezkio y al durangarra Oier Ariznabarreta. “De todos modos, creo que tenemos récord para rato. Es una marca potente. Hay que recordar que Peio llegó a hacer la Behobia-Donostia en una hora y un minuto”.
Además, la prueba de Ezkio es muy especial. “Son 6,3 kilómetros de longitud y 530 metros de desnivel. En la subida se aprieta mucho la respiración y la bajada tiene dos partes: la primera es muy técnica y la segunda muy rápida. Son muy pocos los que consiguen bajar de 35 minutos. No hay muy pocas pruebas de este estilo. Es muy explosiva y muchos lo pasan mal. Hay que saber dosificarse”.
El protagonista ¿Y el protagonista qué dice? “Corría en el Urola de Zumarraga y fueron ellos los que me animaron a participar en la carrera. Uno del equipo era de Ezkio, nos prometió una cena en la sociedad y así es como decidí tomar parte. En el Urola estaba también Diego García. Teníamos un equipo bonito”.
Peio participó solo una vez en la Izazpiko Igoera. “Recuerdo que subimos corriendo hasta el pie de la montaña y después seguimos andando. El camino era muy estrecho y estaba sucio. Había mucha ota (aulaga). En la bajada, apenas se veía nada entre tanta planta. También había piedras. Ahora está más limpio”.
Los hermanos Garin dominaban sobre todo el cross, pero en la pista y sobre el asfalto también daban un rendimiento espectacular. En aquellos tiempos había pocas carreras de montaña, pero los Garin son de un caserío de Zizurkil y solían entrenar en el monte. Eso les fue muy útil a la hora de disputar pruebas de montaña. Peio tuvo también el récord de la subida de Etxarri Aranatz a Aundimendi (está en posesión de su hermano), el de la subida de Bera a Lizuniaga y el de la carrera Hiru Auzoetako Korrikaldia de Ataun. Esta última marca la batió Chakib Lechgar el año pasado.
Puede sorprender que los actuales especialistas en carreras de montaña no hayan batido la marca establecida por Garin en Ezkio, pero el zizurkildarra recuerda que él y su hermano corrían a un ritmo de tres minutos por kilómetro. “Egea está acostumbrado a correr en el monte, pero yo tenía la esperanza de que no bajara tan bien como yo. Mi hermano y yo bajábamos muy bien. Entre piedras bajará bien, pero en la pista le costará bajar tan rápido como nosotros. Si él no ha batido el récord, costará que otro lo haga”.
Un poco de historia La Izazpiko Igoera nació en 1978, de la mano de una apuesta en la que participaron el ezkiotarra Joxe Antonio Aranzadi y el ataundarra Joxe Aierbe. Este último era un gran deportista y encima mucho más joven, por lo que le dio ocho minutos de ventaja al ezkiotarra. Finalmente, Aierbe completó los 6,3 kilómetros en 36 minutos y 47 segundos y Aranzadi necesitó nueve minutos más.
Este año se cumplen 40 años de aquel desafío y la organización ha puesto toda la carne en el asador: el que consiga batir el récord de Garin se llevará 500 euros. Y, sobre todo, el honor de batir uno de las marcas más longevas del deporte vasco.