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La exposición de Víctor Goikoetxea logra la aceptación de locales y visitantes

La ecléctica muestra, en Noventa Grados y VetusArt, ha puesto de manifiesto la maestría técnica del urretxuarra

La exposición de Víctor Goikoetxea logra la aceptación de locales y visitantes

donostia - El 10 de agosto el artista Víctor Goikoetxea inauguró en la galería donostiarra VetusArt su última exposición, De la figuración a la materia. Una muestra ecléctica que a ojos de un espectador desinformado podría parecer una exposición colectiva formada por tres artistas totalmente diferentes entre sí. Pero no. El artista presentaba tres series diferentes de obras que aparentemente no tienen ninguna conexión: una serie figurativa, la serie Miramart y la serie de Termomodelados.

El pasado día 23 finalizó la exposición y es momento de hacer balance y reflexionar. La exposición ha tenido una gran aceptación por parte del público local y extranjero. La ubicación, la presentación de las obras y la línea contemporánea de la galería invitan a descubrir lo que está pasando en sus dos plantas.

La crítica, en general, ha sido positiva y la reacción más común ha sido la de asombro. Incredulidad al descubrir que todas la piezas son creación de un mismo artista. Con más afinidad por una serie que por otra, podríamos decir que el público local ha aceptado mejor la serie figurativa, la más clásica, y la de Miramart. Esta última, quizás por resultar más familiar, relacionada con el túnel que conecta La Concha con Ondarreta, ya un referente de la ciudad. El visitante extranjero, sin embargo, ha quedado más sorprendido por las nuevas series de Miramart y Termomodelados, admirando la grandeza del artista urretxuarra para dominar con semejante maestría técnicas tan diferentes entre sí pero que son fruto de una evolución lógica impulsada por la reflexión en las distintas técnicas para un mismo lenguaje.

En conjunto con la exposición se realizó una instalación urbana en la calle Mayor de la Parte Vieja, en los escaparates de Noventa Grados. Dos esculturas cariátides de tres metros de altura con un acabado similar al de la serie Termomodelados. Las estatuas provenían de la Ópera de París y eran parte del atrezzo de la ópera Orígenes. Fueron cedidas por el director de efectos de materia de esta institución, tras una relación con el artista nacida de su colaboración con el túnel de Miramart, para terminar de dar un mayor empaque a la exposición. A este acabado se le incorporaron unas cámaras de reconocimiento facial que detectaban la reacción del espectador ante las mismas identificando la edad aproximada, el sexo, el tiempo de observación y la cantidad de gente que la observaba sobre todo aquel que pasase frente a ellas. Una acción que buscaba la interconectividad con la ciudad y acercar más el arte al transeúnte.

Pero lo más importante de esta exposición es considerar al artista, su papel, su aportación y su proyección en el panorama artístico a nivel local y global. Su trabajo es contemporáneo, reflexivo, de perfecta ejecución y con una línea evolutiva. Características que reúnen todos los grandes maestros de la historia del arte. Estamos ante un artista que está demostrando estar a la altura de los más grandes artistas a nivel internacional. A todo y a nada se parece. - N.G.