June, Álex, Lourdes, Iker, Juan Carlos, Idoia, Antonia, Mertxe, Juan Antonio, Manu... se dan cita sobre el escenario de Zaraia aretoa. Muchos de ellos no es la primera vez que se suben a las tablas para meterse en la piel de un personaje y ejercer de actor por un día. Sin embargo, el espectáculo que preparan en esta ocasión y que tendrá su puesta de largo el día 21, es, si cabe, más especial. Aratz, la asociación atxabaltarra de la que son miembros, cumple sus bodas de plata; 25 años trabajando para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual. Durante los próximos días un chaparrón de actos conmemorará el aniversario de este intenso recorrido, que ha recogido sus frutos y mira al futuro con ilusión.
La historia que Aratz ha tejido en este cuarto de siglo de andadura no podría entenderse sin poner el acento en la asociación guipuzcoana Atzegi, que echó a rodar en 1960. Con su colaboración se puso en marcha el Patronato San Miguel, una obra social de la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián -a partir del curso 1982-83 y 1983-84 el proyecto fue asumido por la Consejería de Educación del Gobierno Vasco-, que vio la luz con el propósito de fomentar la integración social de los niños y jóvenes con discapacidad intelectual en las áreas de la atención y enseñanza, desde los cinco años hasta los 21 como máximo.
El siguiente paso fue la incorporación del colectivo a la vida laboral y es aquí donde comienza su trayectoria Gureak, en 1975. Bergara se convierte en un referente, y unos cuantos años más tarde, en junio de 1990, el cercano municipio de Arrasate inaugura su taller en un solar de la antigua fábrica Asam, en Musakola.
Para entonces, Aratz ya había comenzado a labrar su propio camino y a poner su granito de arena en la lucha conjunta que un grupo de familiares habían emprendido “en favor de unos derechos.” “En 1981, los asociados de Aretxabaleta deciden intensificar las actuaciones en busca de nuevas ideas que ayudaran a mejorar la calidad de vida de los discapacitados. Se hizo una labor de identificación que permitió que el grupo inicial creciera y se incorporaran también familias con otro tipo de discapacidad”, relató ayer Jokin Antxia, secretario de la asociación, que hizo un minucioso repaso por estos 25 años de vida.
Así que con la firme intención de tender la mano a las familias en los gastos extras a los que tienen que hacer frente (viajes, productos farmacéuticos, ingresos en hospitales?), los integrantes de Aratz agudizaron su ingenio y se sumergieron en una dinámica de festivales, que alrededor de una rifa benéfica lograron “una muy buena respuesta del público”.
“Desde 1981 a 1984 se llevaron a cabo eventos con bertsolaris y trikitilaris, y un año más tarde, y hasta 1999, el desaparecido cine Zaraia albergó espectáculos con músicos locales y de la comarca, así como teatro. Incluso tuvimos de invitados a personajes conocidos (actores de Goenkale, El Florido pensil, los Domínguez All Star?)”, recordó Antxia.
Todas estas iniciativas calaron en la ciudadanía y aportaron una serie de recursos económicos a la asociación que le permitieron hacer frente a su programa de ocio. No obstante, en 1992, “tras observar las dificultades que encontrábamos en las relaciones con los organismos oficiales -expuso Antxia-, se constituyó lo que hoy en día se conoce como Aratz (hasta ese momento no estaba registrada).
programa de ocio Las actividades lúdicas son una de las columnas vertebrales del grupo de Aretxabaleta. De este modo lo han demostrado desde hace más de dos décadas, cuando acordaron remar en esa dirección. Por ejemplo, han hecho sus pinitos en la gran pantalla con la grabación de cinco cortometrajes que les concedieron el pasaporte a “tres inolvidables viajes” a Italia, para asistir al festival del Cinema Nuovo, en Gorgonzola, donde fueron premiados. Toman parte, asimismo, en la feria gastronómica-folclórica que en octubre ambienta el municipio, además de contar con una fiesta anual que desde el año 2000, y coincidiendo con el 40º aniversario de Atzegi, va rotando por Debagoiena; todo ello sin olvidar los programas deportivos a los que asisten.
Pero en la historia de Aratz tienen su protagonismo, igualmente, las viviendas protegidas que hace catorce años se estrenaron en el número 13 de la calle Durana con una capacidad para 16 residentes, ocho por cada módulo habilitado. La adecuación de este equipamiento fue posible gracias a la herencia que en 1995 Atzegi, que dispone de una treintena de pisos en todo el territorio, recibió de la atxabaltarra Casilda Iraeta, que quiso dedicar parte de sus bienes a fines benéficos, y que después la citada asociación guipuzcoana reinvirtió en el pueblo.
En la misma ubicación, justo en el bajo de Durana 13, Aratz tiene su sede, la que ayer acogió la presentación de los actos que durante la próxima semana vestirán el 25 cumpleaños; un homenaje también “a quienes nos han dejado”, a la vez que una oportunidad para que “se nos vea”. “Todo lo que hemos hecho durante estos años no hubiese sido posible sin la ayuda recibida de muchas personas. Hemos oído muy pocos noes;, siempre habéis estado ahí”, sentenció Antxia.
Día 19. Proyección de cinco cortometrajes realizados por personas con discapacidad intelectual, tres de ellos por los miembros de Aratz. En Arkupe (19.00 horas).
Día 20. Pintxo-pote con música.
Día 21. Aratz ofrecerá su obra de teatro Eguzki lorearen kondaira, en Arkupe (19.00). También harán un guiño al 80º aniversario del bombardeo de Gernika.
Día 22. Batucada (19.00).
Día 23. El acto oficial del 25º aniversario tendrá lugar a las 11.30 horas en Arkupe (se han repartido invitaciones). Se presentará la historia, se echará una mirada al futuro, se recordará a las personas ya fallecidas que han pasado por Aratz y habrá un apartado para los agradecimientos. A continuación (13.00), animación callejera con Oihulari Klown.
Exposición de fotos. En colaboración con Aretxarte, en distintas tiendas y bares.