donostia - La nueva estación del Topo en Altza, que empezó a funcionar el pasado 12 de septiembre, ha alcanzado esta semana la cifra de un millar de viajes al día en días laborables. Durante los fines de semana, la cifra se reduce a 800 viajes desde o hasta esta nueva parada subterránea, que se sitúa a menos de diez minutos andando de unos 14.000 vecinos del barrio de Altza.
Fuentes de EuskoTren señalaron a este diario que las cifras han ido paulatinamente en aumento desde la apertura de la nueva estación, aunque los servicios están afectados desde entonces por paros de los trabajadores. En concreto, el día de la puesta en marcha de la estación solo hubo un servicio cada hora, en lugar de uno cada cuarto de hora, como establece el horario previsto. En la actualidad, siguen los paros parciales, por lo que en determinadas horas punta solo hay un único servicio cada 60 minutos, mientras que durante el resto de la jornada ya funciona cada quince minutos.
La nueva estación subterránea se ubica bajo el paseo de Félix Iranzo y tiene una longitud de 96 metros. Por el momento, la parada solo conecta con la estación de Herrera, que se encuentra a 1.040 metros de distancia. Los viajeros que montan en Altza llegan al centro de Donostia en diez minutos aunque, si desean viajar en dirección a Irun, deben hacer transbordo en Herrera.
Los planes de EuskoTren contemplan que, en el futuro, la estación de Altza sea de paso y los trenes sigan hacia Pasaia y Errenteria. Sin embargo, por el momento, no hay consignación presupuestaria para llevar a cabo este tramo del futuro metro de Donostialdea.
La nueva parada cuenta con dos accesos. El primero de ellos se encuentra junto al ambulatorio de Altza y tiene una longitud de 128 metros hasta llegar a la parada, ubicada a 37,85 metros de profundidad. La segunda boca se sitúa en ? Santa Bárbara. Este acceso es más corto (101 metros) y, desde este punto, la profundidad se queda en 31 metros. Un ascensor permite también que puedan bajar hasta la estación subterránea las personas con problemas de movilidad.
cerca de cuatro años El nuevo tramo ferroviario ha costado 46,3 millones de euros, de los cuales 37,3 han correspondido a la obra civil y los nueve restantes, a los equipamientos necesarios para el funcionamiento de la estación. Los trabajos de ejecución han tardado cerca de cuatro años en terminarse.
La nueva estación de Altza es estéticamente similar a la construida en Intxaurrondo, con acceso por la plaza Sagastieder. Esta parada fue puesta en funcionamiento en 2012 y, desde entonces, su uso ha ido en continua progresión. A lo largo del pasado año, sus usuarios se acercaron al millón. En lo que llevamos de 2016, los viajeros han sobrepasado la cifra de 600.000.