hondarribia - Virginia Gil presentó este miércoles en sociedad, en Kultur Etxea de Hondarribia, su novela, que puede adquirirse tanto en papel como en formato electrónico a través de Amazon (además de librerías de Irun y Hondarribia como Oskarbi, Manolo, Aldako, Artzu y Olearso).
¿Cómo fue la presentación de ‘En la Calle Mayor’ y qué sensaciones le dejó en el cuerpo?
-Todavía estoy abrumada y emocionada por lo del otro día y por todo lo que me está pasando desde que la novela salió a la calle. La sala estuvo llena y estoy recibiendo muchos ánimos y felicitaciones de la gente, por dar el salto de autopublicar mi novela, que era algo que no estaba muy segura de querer hacer. Hasta que me harté de esperar respuestas por la vía tradicional y clásica, la de enviarla a las editoriales.
Son cada vez más los autores que autoeditan sus obras, y en la propia comarca del Bidasoa hay varias muestras de ello. ¿Por qué era reacia a esta fórmula?
-Tenía el concepto equivocado de pretender que mi trabajo pasara primero, sí o sí, por el filtro de una editorial, que alguien ajeno a mi entorno y que no me conozca decidiera que merecía la pena ser publicada y leída por la gente. Pero la industria editorial está en una situación delicada y aunque eso podía ocurrir antes, hoy la gran mayoría de editoriales no pueden o no quieren apostar por autores noveles. Estuve todo el año 2015 esperando la respuesta de 30 editoriales a las que envié En la Calle Mayor, y solo dos lo hicieron, para decir que no. El resto, nada. Ahí vi que quizá esa no sea la única fórmula de publicar y dar a conocer mi trabajo, y aposté por una autoedición a través de Amazon, que distribuye el libro en formato electrónico, para su lector Kindle, pero también imprime ejemplares en papel a demanda. Contraté a un editor y corrector para que revisara el libro y lo maquetara y adaptara a las características técnicas que pide Amazon, que son muy distintas a las de una imprenta al uso. Así, puedo vender el libro en papel y pedir los ejemplares según vea que hay demanda, además de llegar en formato electrónico a muchísma más gente aún, con un precio simbólico de un euro en el lanzamiento y dos euros después.
¿Qué es lo que cuenta ‘En la Calle Mayor’ y por qué la ha ambientado en esta calle de Hondarribia?
-El escenario del relato es la Calle Mayor de Hondarribia, que es donde vivo y me parece un lugar mágico. Y aunque en el libro no se cita explícitamente Hondarribia, sí es perfectamente reconocible. Cuenta la historia de una niña que a raíz de la misteriosa y repentina desaparición de su padre, se queda sin habla. Es entonces cuando un libro irrumpe en su vida y hace que cambie todo a su alrededor. El fondo de la historia es la pregunta de si un libro puede o no cambiar vidas.
¿Cómo empezó a escribir?¿Está escribiendo algo más después de ‘En la Calle Mayor’?
-Desde muy pequeña me ha encantado leer, soy una devoradora de libros de todo tipo. Siempre llevo uno en el bolsillo y en cuanto tengo cinco minutos libres, allí donde sea, me pongo a leer. Y empecé a escribir diarios desde muy pequeña, con siete años o así. Los he escrito desde entonces. Mi vida profesional me llevó por otros derroteros hasta que en 2013 se disolvió la plataforma logística Aquitania-Euskadi, de la que era directora. Me quedé sin trabajo y decidí dedicarme a la escritura en cuerpo y alma. Desde entonces, he escrito esta novela y tengo otras cuatro terminadas. Ahora mismo, estoy escribiendo una más y también tengo un esbozo para la continuación de En la Calle Mayor, que vendrá después.
¿Para cuándo saldrá la siguiente?
-No tengo prisa ninguna. Me apetece ver qué recorrido tiene la novela, qué reacciones suscita, quién sabe si alguna editorial podría potencial en mi escritura... Por ahora, toca mover En la Calle Mayor en la calle, entre la gente y en las redes sociales.