zumarraga - Errasti va a exponer en la casa de cultura de Zumarraga algunas de las fotografías que ha sacado en Filipinas. La muestra se titulará Visión de un zumarragarra de Filipinas. Se inaugurará el día 25 y permanecerá abierta hasta el día 6 de marzo.

¿Qué le atrae tanto de Filipinas?

-Me encanta el cine y desde niño he visto muchas películas asiáticas. Eso ha hecho que me atraiga mucho aquel continente. He estado en Japón, China, Corea, Tailandia, Camboya, Malasia... A Filipinas fui por primera vez en 2012. Era un país que me llamaba la atención, pero siempre había oído que era un poco más peligroso que el resto de los países de Asia. Pero me gustó. Vi algo en común con nosotros y me gustaron tanto sus defectos como sus virtudes. Los países son como las personas: te tienen que gustar con sus defectos y sus virtudes. Me encandiló y desde entonces he vuelto todos los años. Es un país muy agradable y muy bonito. La gente habla de Tailandia, pero Filipinas no tiene nada que envidiar. Tiene más de 7.000 islas. Las ciudades son un poco feas, pero también tienen su atractivo. Me gusta el caos de sus ciudades.

¿Se nota la huella de Miguel López de Legazpi?

-Los españoles estuvieron allí 350 años, pero después fueron los estadounidenses. Los filipinos son yankees hasta la médula, pero con un toque latino. Están obsesionados con todo lo americano. Además, hablan inglés. Eso sí, la imagen que tenía de Legazpi y la que tengo ahora son muy diferentes. Antes pensaba que era un conquistador que fue allí a saquear las Filipinas, pero aquello no fue una conquista, fue una colonización. Se asentó, sobre todo, haciendo tratos con la gente de allí. Además, les llevaron el catolicismo y ellos son católicos a muerte. Los filipinos que conocen su figura no tienen un mal concepto de Legazpi, pero sí de la última etapa española.

¿Qué le comentan cuando les dice que es del pueblo de Miguel López de Legazpi?

-En Legazpi City me lo pasé en grande. Me gusta viajar a mi bola, pero el alcalde de Zumarraga me convenció para llevarle una carta al alcalde de Legazpi. Llegué en fiestas y había muchas actividades. Me invitaron a dos. Una de ellas era un concurso de belleza. Allí los certámenes de belleza son tan importantes como en Venezuela. ¡Era un pabellón con capacidad para 3.000 personas y me pusieron en primera fila! Además, me presentaron por megafonía y tuve que levantarme a saludar. ¡Menos mal que me había puesto lo mejor que tenía! Después estuve cenando con las misses y me lo pasé pipa. También estuve en un festival parecido a los desfiles de carnaval. Había diez grupos y todos iban bailando y tocando música. Era muy vistoso.

¿Tiene intención de volver a Filipinas?

-Sí. De hecho, la última vez fui con la intención de mirar las oportunidades de poner en marcha allí algún negocio. La verdad es que es complicado.

¿Cómo ha surgido el tema de la exposición?

-Cuando el alcalde de Zumarraga supo que solía ir a Filipinas me encargó que le entregara una carta al alcalde de Legazpi, que es una de las dos ciudades filipinas hermanadas con Zumarraga. Y después me propuso montar una exposición. Quiero dejar claro que no soy ni siquiera fotógrafo aficionado. Son fotografías de un turista al que le apasiona el país. Además, he preparado unos textos.

¿Cuál es el objetivo de la exposición?

-Quiero que la gente sepa que allí hay dos pueblos hermanados con Zumarraga, Legazpi y Tagbilaran, y que no nos tienen manía por ser del pueblo de Miguel López de Legazpi. Allí la gente es muy maja y están deseando que vaya gente de aquí. Además, el volcán con la forma cónica más perfecta del mundo se encuentra cerca de Legazpi. Es espectacular. Su presencia impone.

¿Qué le parece el concepto que los zumarragarras tienen de Miguel López de Legazpi?

-La gente tiene un concepto negativo y lo entiendo. Pero en aquella época las colonizaciones eran normales. El responsable del museo de Legazpi me ha pedido cosas de Zumarraga. La historia de los hermanamientos de Zumarraga con Legazpi y Tagbilaran es un poco triste, pues son dos pueblos que están muy lejos y nadie va allí ni nadie viene aquí. Es una pena. Filipinas está de moda como destino turístico y me gustaría que más gente de Zumarraga fuera allí de vacaciones. Para bien o para mal, el tipo que tenemos en la plaza del pueblo creó las Filipinas.