La más polémica ha sido la eliminación de una fila de aparcamientos en la calle Egia y de zonas de carga y descarga, lo que afecta a los proveedores de los bares y comercios de la calle. Los responsables de la carnicería Ignacio, por ejemplo, cuentan cómo sus proveedores deben aparcar en San Cristóbal y llevar la carne al hombro hasta el local. También ven furgonetas de reparto que paran encima de la acera. Además, creen que pueden perder algunos clientes que antes se acercaban en coche y ahora, sin poder aparcar, desistan. “No creo que el bidegorri fuera necesario”, reconoce el carnicero.
Al otro lado de la acera Amaia Jauregi y Patxi Arruti regentan una panadería y tienda de comestibles. También son muy críticos con la obra. Además de regentar el negocio, son vecinos del barrio. “Pagamos la viñeta de residentes y no hay sitio para aparcar”, denuncian, al tiempo que añaden que hace falta más espacio para la carga y descarga. “No estamos en contra de las bicis, pero este bidegorri es una chapuza y además es peligroso, los coches y motos lo invaden y lo utilizan para adelantar”, afirman.
Algunos usuarios, aunque agradecen la creación del carril bici, también coinciden en la sensación de peligrosidad en el tramo de la calle Egia, donde el bidegorri transcurre por el centro de la calzada. “Los coches ya han tirado varios pivotes”, cuenta Esteban Korta, que está satisfecho “a medias” con la obra: “Para subir a la zona alta ahora hago en bici este tramo pero sigo teniendo que bajarme de la bici para subir andando por la calle Virgen del Carmen”. El itinerario previsto continúa desde la calle Egia por Ametzagaina, convertida en zona 30, hasta la zona de Polloe. “Pero las bicis no vamos a 30 cuesta arriba y si vas por la carretera coches y autobuses se impacientan”, añade el ciclista.
Isaac es otro egiatarra que, además de usuario de la bicicleta, tiene un comercio en el barrio. “Como ciclista ahora está mejor, porque antes teníamos que ir por la carretera y era más peligroso”, cuenta, aunque añade que los coches invaden el carril bici frecuentemente y espera que sea cuestión de tiempo que se acostumbren a respetarlo. Como comerciante, en cambio, considera que el hecho de eliminar plazas de aparcamiento y de carga y descarga es negativo.
Cambios en el proyecto
La asociación Egia Bizirik fue una de las impulsoras del proyecto junto con Kalapie y ambas, al igual que otros egiatarras, participaron en el diseño del bidegorri junto con el Consistorio. Sin embargo, la agrupación vecinal se muestra “enfadada” porque el nuevo Gobierno municipal no les ha explicado las razones para los cambios que ha introducido en los últimos meses en el proyecto, como la eliminación de un carril en cada sentido en el primer tramo de Duque de Mandas o seguir permitiendo el giro de los coches desde la calle Egia hacia San Cristóbal: en el proyecto original se eliminaba ese giro porque se consideraba peligroso, pero eso suponía tener que cambiar de sentido la calle Tejería, algo que no fue muy bien visto en su momento por parte de muchos vecinos.
Una vez completadas las obras, Egia Bizirik y Kalapie tienen previsto reunirse en enero para hacer su valoración de la puesta en marcha del primer bidegorri en cuesta de la ciudad.