El txistu ha sonado este año más fuerte que nunca en Aretxabaleta. Y lo ha hecho con nombre propio: el de Demetrio Iriarte. Desde el pasado mayo un chaparrón de actos conmemoran el centenario del nacimiento de este formidable txistulari y compositor, que ha dejado su particular impronta en la historia del popular instrumento. Ahora, cuando faltan ocho días para que se cumpla un siglo de la llegada al mundo del músico oñatiarra, que ha dejado un legado de más de 150 piezas, Arkupe invita a sumergirse en su vida y obra a través de medio centenar de fotografías que cuelgan de las paredes de la sala de exposiciones de la casa de cultura aretxabaletarra.

Demetrio Iriarte en su faceta de txistulari, en el papel de director de la desaparecida banda municipal de música, estampas familiares y de acontecimientos sociales, además de su etapa como primer presidente de la asociación de jubilados Basotxo, son los cuatro apartados que dan contenido a la muestra que puede visitarse hasta el próximo día 30 (cerrada domingos y festivos). Un auténtico testimonio gráfico que recrea numerosas y entrañables escenas: un pequeñísimo Demetrio con nueve años tocando en los arkupes del consistorio de Oñati, haciendo gala de un temprano adiestramiento en los sones del txistu y el tamboril; kalejiras en compañía de su abuelo Galo y su padre Demetrio; una imagen del Haurren Eguna de Gasteiz cuando Iriarte llevaba la batuta de la entonces academia Alkar; el homenaje a los fundadores de la asociación Muru-alde de Aretxabaleta (el propio Demetrio, Juan José Arenaza, Romualdo Uribetxebarria y Félix Arenaza); o el acto en el que el protagonista de este reportaje recibe la medalla de oro que otorga la asociación de txistularis de Euskal Herria (10 de octubre de 1992), son algunas de las instantáneas que visten la exposición.

Las fotografías comparten espacio con un audiovisual que proyecta otras muchas imágenes, y vitrinas que exhiben partituras, reconocimientos y los sellos que se han lanzado con motivo del centenario, entre otro material. “Queríamos darle un buen final al aniversario con esta muestra que acerca cómo vivió y qué creó Demetrio Iriarte”, explica el txistulari y miembro del colectivo organizador, Jokin Antxia.

muy implicado Aretxabaletako Txistulari taldea, con la ayuda de la agrupación del archivo fotográfico, ha estado al frente del programa dedicado a ensalzar la figura de Iriarte (Oñati 1915-Aretxabaleta 1997), que perteneció a una saga familiar de txistularis que iniciaron su abuelo y su padre, y a la que también dieron continuidad su hermano Higinio y sus primos de Urretxu. Tras permanecer preso durante la Guerra civil española, en 1942 Iriarte quedó en libertad y dos años más tarde, afincó su residencia en Aretxabaleta donde impulsó su andadura en el mundo de la música y se involucró en un buen puñado de iniciativas culturales que afloraron en el municipio (la UDA, la banda, la academia Alkar, dantza taldea...).

Recuperar y difundir su obra completa, junto con su figura como persona clave en la evolución de la música del siglo XX en Aretxabaleta, han sido los objetivos del centenario, que, sin duda, ha hecho que el txistu, ese tradicional y querido instrumento, se escuche por los cuatro costados. l