La bulevarización tendrá dos fases y en la primera que acaba de arrancar se transformará la carretera entre Añorga Txiki y la rotonda de Karmengo Ama. Se reducirá un carril en cada sentido, de manera que solo permanezca uno en dirección Donostia y otro en sentido a Lasarte-Oria. Eso permitirá crear aceras a ambos lados, hasta ahora inexistentes, y también un bidegorri. Esta primera fase concluirá en ocho meses y cuenta con un presupuesto de 2,5 millones de euros. Una vez concluida, la obra proseguirá con una segunda fase que transformará la calzada entre la rotonda de Karmengo Ama y Errekalde.

“Mejorará, sobre todo, la accesibilidad de los vecinos de Añorga Txiki que, aunque viven en esa zona, disfrutan de su ocio en la zona del frontón, el campo de fútbol, Jolas Etxea... Los fines de semana todo Añorga Txiki está aquí”, cuentan Amaia e Irune, responsables del Museum Cemento Rezola, situado frente a la fábrica. Para el centro cultural, la bulevarización también será positiva, ya que además de las personas que acuden al museo expresamente, muchos paseantes que estrenen las aceras lo descubrirán cuando pasen por delante.

Lo mismo sucederá, probablemente, con el bar de Jolas Etxea, actualmente frecuentado prácticamente en exclusiva por añorgatarras pero que, con una acera y un paseo delante, puede atraer a nuevos viandantes. “También habrá menos coches y eso supone menos ruido y menos molestias”, cuenta Zigor Zaldua desde el otro lado de la barra.

“El bidegorri sí que es un bulevar”

En realidad la transformación de Añorga arrancó hace ya unos cuantos años, con el desvío y desdoblamiento de las vías de EuskoTren, que ahora recorre gran parte de la zona soterrado y que permitió aprovechar su viejo trazado para crear un bidegorri. También con el encauzamiento de la regata al otro lado de la carretera por parte de Ura y con el derribo de las casas que acogían a trabajadores de Cementos Rezola junto a la fábrica (realojados en un bloque construido junto al campo de fútbol).

Los añorgatarras valoran, sobre todo, el cambio que ha supuesto ya para ellos el bidegorri creado por el antiguo trazado de EuskoTren, que enlaza Añorga Txiki con Errekalde y, desde allí, con Lasarte-Oria. “Los fines de semana esto sí que es un bulevar, hay muchísima gente de Lasarte que pasea por aquí y que comenta que no sabía que Donostia estaba tan cerca”, cuenta Víctor Borja, un añorgatarra que se reconoce satisfecho con los cambios que se están dando en el barrio y que se completarán con la bulevarización. Aunque los vecinos llevan largo tiempo reclamando la obra, han tenido que pasar muchos años hasta ver que por fin se ejecuta. “Sabíamos que era una obra complicada, cara y que había trámites entre distintas instituciones...”, reconoce Borja.

“Ya era hora, sí, pero no habíamos perdido la esperanza”, sonríen Arturo Zelarain y Victorio Alkain, otros dos vecinos del barrio. Saben que antes de poder disfrutar de las aceras y semáforos, de todas formas, les quedan ocho meses de obras por delante: “Ya aguantaremos”, bromean los dos añorgatarras.

Alkain y Zelarain coinciden en que, hasta ahora, el bidegorri por el antiguo trazado del tren ha sido el cambio más importante, ya que les permite caminar de forma segura desde Añorga Txiki hasta la zona de la iglesia, lo que hasta hace unos años era un trayecto no exento de peligro. “El cambio está siendo grande y creo que va a quedar muy bien, sin ese subterráneo que hay que atravesar ahora para cruzar la carretera”, apunta Oswaldo Villar, otro veterano del lugar.

“Es parte del barrio”

Todos coinciden en que los años de obras están dando sus frutos y en que Añorga, por fin, se está transformando con el objetivo de dejar de ser unas pocas casas dispersas atravesadas por una carretera general para convertirse en un barrio urbano conectado y accesible. Testigo de la transformación será también Cementos Rezola, aunque los añorgatarras reconocen que la fábrica es parte del barrio y que las emisiones se han reducido considerablemente en los últimos años.

En principio, tras el cambio probablemente serán solo los camiones que vayan a la fábrica los que atraviesen Añorga y, para reducir molestias, se creará un carril propio para ellos desde la rotonda de Karmengo Ama hasta la fábrica por el otro lado de la regata, de manera que tampoco recorrerán gran parte del futuro bulevar y su humo y ruido se alejarán de las casas.

Los operarios de Moyúa, empresa a la que se adjudicó la obra, trabajan estos días en retirar los bloques de cemento que ejercían de mediana y pintar los pasos de cebra y señales provisionales que ordenarán el tráfico durante los meses que duren las obras. Los añorgatarras miran y esperan la transformación: “Quedará muy bien”.

EuskoTren. Con el desdoblamiento de las vías, Euskal Trenbide Sarea (organismo dependiente del Gobierno Vasco) decidió desviar el trazado del tren desde Añorga Txiki hasta Errekalde y soterrarlo en gran parte. Eso permitió reutilizar las antiguas vías, que en 2012 se convirtieron en un bidegorri muy frecuentado por añorgatarras y por lasarteoriatarras, ya que, tras la apertura del último tramo pendiente este mismo año el carril peatonal y de bicis llega hasta la localidad vecina.

Regata. El encauzamiento de la regata fue otra obra faraónica, con un coste de 22 millones de euros y que concluyó en 2012 después de cuatro años de obras. La regata discurría soterrada, atravesaba la carretera en dos puntos y formaba una especie de U. El trabajo de Ura fue corregir su recorrido y encauzarla de modo que ya discurre de forma paralela a la calzada por el lado este y a cielo abierto. En realidad el encauzamiento concluyó algo más tarde, ya que hubo que esperar a que se pudieran derribar las antiguas casas de los trabajadores de Cementos Rezola en 2014 para completarla. También se ha ejecutado un nuevo saneamiento que evitará las inundaciones en la zona. Las nuevas conducciones recogen todos los vertidos de Añorga, con lo que la regata dejará de recibir aguas sucias.

Viviendas. Las viviendas junto a la cementera se eliminaron en 2014 y sus residentes se realojaron en el nuevo bloque ubicado junto al campo de fútbol, en el solar que ocupó la conocida como Apaiz Etxea que fue derribada hace cuatro años.

Rotondas. La renovación de toda esta zona implicó también la creación de una nueva rotonda a la altura de Karmengo Ama en 2012. Tras el encauzamiento de la regata, se retrasó unos metros la ladera contigua y eso ha permitido habilitar un espacio junto a ella para crear un vial de acceso propio a Cementos Rezola al que se accederá desde la nueva rotonda, de manera que los camiones que acudan a la fábrica no atravesarán gran parte del bulevar.

Bulevarización. Concluidas las demás obras, se emprende ahora la bulevarización de la carretera principal en dos fases: la primera transformará el tramo entre Añorga Txiki y Karmengo Ama y la segunda, el resto del trazado hasta Errekalde. La antigua N-I se transformará en una vía urbana con solo un carril en cada sentido, amplias aceras y un bidegorri, así como pasos de cebra y semáforos en varios puntos para poder atravesarla. Los vecinos podrán pasear desde un punto del barrio a otro de manera segura. La bulevarización reducirá el tráfico de la zona y, consecuentemente, las molestias que provoca a los añorgatarras.

Instituciones. En todas estas obras han colaborado y se han coordinado ETS y Ura (ambas dependientes del Gobierno Vasco), la Diputación (cedió la titularidad de la carretera y ejecutó el bidegorri), el Ayuntamiento (se hace cargo de la bulevarización) y también Cementos Rezola, que ha cedido terrenos para facilitar algunas actuaciones. En total, se han invertido alrededor de 60 millones de euros.