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“La progresión de la escuela ha sido ascendente; coherente con el conocimiento del yoga”

“La progresión de la escuela ha sido ascendente; coherente con el conocimiento del yoga”

Oñati - ¿Cómo inició su andadura Oñatiko Yoga Eskola?

- Román Agirre (R.A.) y Gerardo Eskarza (G.E.): El eibartarra Alberto Iglesias fue quien puso en marcha la escuela en Oñati. Ofreció alguna charla y comenzó a impartir clases en un aula cedida en el antiguo colegio de La Milagrosa, hoy Elkar Hezi. Poco a poco empezó a llegar más gente y ante la necesidad de ampliar horarios, nos trasladamos a una vivienda de Patrue Kale, y de ahí a un local alquilado en la calle San Antón. Alberto nos propuso a nosotros ser, de algún modo, los coordinadores de la escuela, los que dinamizáramos su actividad, teniendo en cuenta, además, que nos formamos como profesores. Y así lo hicimos. En 2002, por una cuestión de espacio, Oñatiko Yoga Eskola se mudó a su sede actual en el número 28 de la calle Bidebarrieta.

¿Cuál ha sido la evolución de la escuela en estos 25 años?

- R.A.: Ha tenido una progresión ascendente, coherente con la evolución que ha experimentado el propio conocimiento acerca del mundo del yoga. En los años 90 el yoga era bastante desconocido, había muchos temores en relación a las sectas... Pero además del trabajo continuado que se ha realizado, en el caso de Oñati yo diría que la clave también ha estado en que los profesores son gente conocido del pueblo, y todo ello ha ayudado a que hayan ido desapareciendo esa clase de precauciones. Por otro lado, el mundo del yoga ha sido muy reconocido desde el punto de vista terapéutico y médico, para resolver problemáticas de ansiedad, sueño o trastornos de diversos tipos.

¿De cuántos alumnos estamos hablando hoy en día?

- G.E.: En Oñati estamos por encima del centenar de alumnos. Somos 15 profesores y también ofrecemos clases en Arrasate, Bergara, Elgeta, Olaeta, Otxandio, Brinkola y Segura. En Oñati contamos con siete grupos diferentes que asisten dos días por semana a clases de una hora y media, que se desarrollan de octubre a junio. En septiembre, asimismo, organizamos un curso de iniciación en el que este año han tomado parte 17 personas. Estos grupos no se distinguen por niveles; dentro del mismo convive gente que mantiene una primera toma de contacto con el yoga y otros que, sin embargo, llevan practicándolo décadas. Esta disciplina se adapta a la condición que tiene cada uno. Por otro lado, hemos impartido clases a adolescentes, a petición del centro escolar Elkar Hezi, y jubilados. Y como actividad complementaria, dentro de la escuela se llevan a cabo charlas más relacionadas con la filosofía del yoga.

¿Qué beneficios aporta el yoga en la vida diaria?

- R.A.: Hay distintos niveles de respuesta. Desde los efectos físicos, los beneficios pueden ser dormir mejor, encontrar mayor flexibilidad y conocimiento de tu cuerpo. Desde los efectos mentales hablamos de una mayor capacidad de concentración, y desde el plano emocional, de reconocer antes las emociones. En cualquier caso, nosotros decimos que estos son efectos colaterales. El yoga lo definimos como la unión consciente con la esencia de uno mismo, y eso nos invita a desarrollar nuestro nivel de conciencia, que se puede aplicar al cuerpo físico, a las emociones, a la mente, o sobre lo que nosotros somos en esencia.

¿En qué aspectos hacen énfasis a la hora de abordar una clase?

- R.A. y G.E.: Empezamos con una primera fase de respiraciones que denominamos pranayama, para seguir con una segunda de posturas yoguicas o asanas, y terminar con la relajación. En esa dinámica se insiste mucho en lo que llamamos los cinco puntos básicos de la salud: respiración, ejercicio, descanso y alimentación adecuados, y el pensamiento positivo. La respiración nos permite relajar el cuerpo físico, tranquilizar las emociones y concentrar nuestra mente.

La escuela oñatiarra pertenece a la asociación Sanatana Dharma que tiene su sede en Zestoa. ¿Cuál es el método que utilizan?

- R.A. y G.E.: De entre los diferentes sistemas establecidos para alcanzar el yoga: Hatha yoga (más físico), Jnana (mental), Bhakti (devocional) y Suddha Raya Yoga, este último es el que aplicamos en la escuela Sanatana Dharma, cuyo maestro y fundador es el pasaitarra Manuel Paz Makazaga (Madhava). De alguna manera sintetiza las otras tres vías y la técnica principal que utiliza es la meditación.

Desde su experiencia personal ¿qué les ha aportado el yoga?

- R.A.: Te aporta sentido a la vida. La va enriqueciendo.

- G.E.: Ver la vida de otra manera. Te ayuda a superar con nuevas herramientas los problemas que van surgiendo en el día a día y, por otro lado, a disfrutar más y ser mas conscientes de todo. Preguntas esenciales que nos hacemos como qué somos, de dónde venimos, a dónde vamos... tienen respuesta en el yoga. Te hace vivir la vida de una forma mucho más plena.

¿Qué consejo le darían a alguien que quiere iniciarse en esta disciplina?

- R.A y G.E.: Que vengan a la escuela y prueben. Los grupos son abiertos, hay gente de diferentes edades: desde veinteañeros hasta 80 años.

Veinticinco años no se cumplen todos los días...

- G.E.: Así es (sonríen al unísono). Es una satisfacción haber llegado hasta aquí. Este recorrido nos tiene que servir de cara a coger nuevos estímulos para que nosotros sigamos adelante y, a su vez, preparar a otras personas que continúen con esta labor. Con motivo del 25º aniversario se han organizado charlas. Hoy Román presentará la ponencia El yoga en nuestros tiempos, y el viernes (la última de las conferencias), Javier Aizpiri hablará del yoga y las emociones. Ambas tendrán lugar en la kultur etxea a las 19.00 horas.