Los bazares chinos tienen una gran aceptación porque en ellos se puede encontrar de todo, pero no fueron los chinos los primeros en vender todo lo imaginable. Antes de que ellos llegaran a Euskadi, existía ya el gran bazar vasco: la feria de Santa Lucía. Esta feria nació como una cita ganadera, en el barrio Santa Lutzi de Ezkio-Itsaso. En el siglo XVIII pasó a Urretxu y en el XIX muchos vendedores empezaron a instalar sus puestos en Zumarraga. Conforme la agricultura y la ganadería fueron perdiendo peso en la economía vasca y, aprovechando el tirón de la feria, se empezaron a vender otro tipo de productos. Hoy en día, el 13 de diciembre se puede comprar absolutamente de todo en Urretxu y Zumarraga.

El ganado y los productos de la huerta siguen siendo el gran reclamo, pero en los 510 puestos que se instalaron ayer se podían encontrar otros muchos productos: discos, calzado, juguetes, lencería fina, relojes, cuchillos, tractores, ropa, productos gastronómicos de distintos puntos del Estado español, fundas para móvil de todos los tamaños y colores, camisetas de equipos de fútbol, cazuelas, sartenes, artículos de ferretería...

Recorrer toda la feria resulta más mareante que entrar en una gran superficie. Por no faltar, no falta ni el olor a colonia, aunque predominan el del talo con chorizo y el de la sustancia que arrojan los animales y no conviene pisar.

La plaza Iparragirre de Urretxu es un lugar idóneo para iniciar el recorrido. No es recomendable meterse en aventuras con la tripa vacía y en la feria del vino se podían beber caldos de la Rioja Alavesa y comer pintxos preparados por los cocineros del albergue Santa Bárbara.

Con la tripa llena, todo parece más bonito. Aunque los trabajos de los artesanos que se concentraron en la calle Iparragirre se dejan ver de cualquier manera. Había ropa para niños, tambores para asar castañas, fotos antiguas, pelotas, gigantes de miniatura... Ya en la calle Labeaga, predominaban la ropa de hogar, la bisutería, el calzado, la ropa, los complementos y los productos artesanos de otras partes del mundo.

En el patio del liceo, la calle Legazpi (ya en Zumarraga), el parque Zelai Arizti y la trinchera también se podía encontrar de todo. Había vendedores hasta en el pórtico de la iglesia. En un puesto del parque Zelai Arizti había a la venta camisetas del Real Madrid y un pijama del Athletic. Que no cunda el pánico. Las camisetas de la Real y el Eibar no podían faltar en Santa Lucía. Se podían comprar en uno de los puestos de la trinchera.

En este emplazamiento de Zumarraga estaba también Alcides Paz. Este zamorano afincado en Errenteria lleva 32 años vendiendo discos. Los mismos que lleva viniendo a la feria de Santa Lucía. “La venta de música ha bajado mucho. Es denigrante que tengamos un IVA tan alto. Entre eso y las descargas...”. Luchando, está consiguiendo salir adelante. Comentó que los discos de los grupos vascos son los que más se venden. “Kupela, Voces vascas de Anne Etchegoyen, algo de Ken 7, de Gatibu nos hemos quedado sin nada...”.

Él es un enamorado de la trikitixa. “No se vende tanto como antes, pero a mí me encanta. Les pido a los trikitilaris que no hagan tantas revoluciones. Me gusta la tradicional. Por ejemplo, la de Zumarraga”.

Pero no vende solo discos de grupos vascos. En su puesto se pueden encontrar discos de músicos de todo el mundo. También flamenco y rumba, que es lo que buscaba Txema Cantalapiedra. Este santurtziarra estaba vendiendo manualidades de macramé, junto con su pareja. “Nos gusta mucho la feria de Santa Lucía. Aquí hay de todo”.

Y tanto que de todo: desde cosas que caben en un bolsillo, como los discos, a vehículos de dimensiones descomunales, como los tractores que había en el patio del colegio La Salle-Legazpi. A ver en qué bazar chino encuentra uno un tractor... Uno de los concesionarios presentes era San Lázaro, de Santo Domingo de la Calzada. “Tenemos la concesión de los tractores New Holland y venimos todos los años. Es una buena feria. Hay ambiente. Además, aquí la gente madruga. De todos modos, a estas ferias se viene más a darse a conocer. Se entabla relación con posibles clientes y después se les hace un seguimiento”, comentaron los riojanos.

Pequeños agricultores La sección Maquinaria Agrícola del gran bazar vasco es una de las favoritas de los niños. Los vendedores lo saben bien. Así, el concesionario Egimendi de Irura montó un estand con tractores de juguete. Zuhaitz Carmona, de Arrasate, volvió a casa con uno. “Parece que nos va a salir agricultor. Por de pronto, puede hacer prácticas en la huerta de la familia”, dijo su padre, Paco.

Pero ni el mejor tractor puede sustituir a un burro o un caballo en el corazón de los niños. En la feria de ganado todos los pequeños querían tocar a los animales y sacarse fotos con ellos. A los ganaderos no les molesta, pero preferirían que se llevasen algún animal a casa. Era media mañana y el alavés Felipe López de Egilar todavía no había conseguido vender ninguno de los ponys que había llevado. “Vengo todos los años. Es una buena feria, la más importante junto con la de Pamplona, pero ha bajado mucho. La gente no se anima a comprar”.

Gabino Murua, vendedor de manzanas, se mostraba algo más animado. “Conozco la feria desde niño. Antes ayudaba a mis padres y a mis tíos y ahora son mis hijos los que me acompañan a mí. Hoy han venido las dos hijas. El hijo ha dicho que tenía que estudiar... Es un buen día para darse a conocer, no para vender. Hay que tener en cuenta que la gente no quiere andar con bolsas en las manos. Un cliente me ha dicho que se llevaría una cesta y le he dicho que se pase por el caserío”.

Y, por último, como prueba definitiva de que en el gran bazar vasco puede encontrarse uno de todo, dos curiosidades. Algunos conductores se encontraron con varias pottokas en la GI-632 (se habían escapado del recinto ferial hacia la zona del hospital). Y otros, incluso encontraron a Wally y sus amigos. Los dos ayuntamientos organizaron un concurso y los que dieron con Wally y sus tres amigos participaron en el sorteo de dos cestas con productos de los caseríos de la comarca.

Zumarragako zaldi abere sariketa. Haragitarako zaldi aipagarriena: Patxi Legarra (Zuhazu Arakil). Ezkio-Itsaso, Gabiria, Legazpi, Ormaiztegi, Urretxu eta Zumarragako abere talde onena: Jose Ramon Peñagarikano (Gabiria). Euskal Herriko mendi zaldia: Biktoriano Urrestarazu (Idiazabal), Maite Salsamendi (Ezkio-Itsaso), Joseba Gurutz Agirre (Araia), Eusebio Urrestarazu (Idiazabal), Inazio Aranguren (Azpeitia), Josemari Esnaola (Zegama), Migel Anjel Sukia (Lazkao) eta Aitzol Mendizabal (Idiazabal). Pottoka: Jesus Mari Garmendia (Belaun-tza), Begoña Ibarguren (Zizurkil), Emilio Pinillos (Arroniz), Zaldibia Aralar Elkartea eta Luis Uzkudun (Errezil).

Kapoi sariketa. Euskal oiloa arrazakoak: Maria Teresa Albizu (Lazkao), Mari Karmen Egurza (Aia) eta Jose Inazio Egurza (Aia). Arraza arrunteko kapoiak: Jose Luis Elgarresta (Urretxu), Quintin Garmendia (Urretxu) eta Aitor Otamendi (Abaltzisketa).

Oilasko sariketa. Euskal oiloa: Maria Jesus Lejardi (Markina), Maritxu Alberdi (Aizpurutxo) eta Ramon Garate (Azkoitia). Arraza arrunta: Jose Iturbe (Arrasate), Maria Lourdes Mintegi (Urretxu) eta Aitor Otamendi (Abaltzisketa).

Zumarragako barazki sariketa. Alejandro Arrieta (Markina), Ezozi Etxeberria (Soraluze) eta Gabiriako Maria Etxezarreta eta Antonia Murgiondo.

Zumarragako errezil sagar sariketa. Jose Antonio Aizpuru (Errezil) eta Gabiriako M. Etxezarreta, A. Murgiondo eta Maria Isabel Zumalakarregi.

Zumarragako fruta sariketa. M. Etxezarreta eta A. Murgiondo.

Urretxuko fruta sariketa. Miren Agirrezabala (Gabiria) eta Maria Arantzazu Jauregi (Arama).

Urretxuko barazki sariketa. M.A. Jauregi, Jose Lonbide (Aramaio) eta Rakel Perez de Arenaza (Arrasate) eta Urretxuko Zabalo-Etxeberria eta Areizaga-Zabaleta sendiak.