“Antiguamente, para poder ser alcalde se exigía tener la categoría de vecino, contar con un determinado nivel de recursos económicos, concretamente con bienes raíces de 60.000 maravedíes, poseer cierta cultura y, por último, los candidatos debían residir dentro de los muros de la villa”, explica Mikel Telleria.

En cuanto a la forma de elección, una vez reunidos los electores, el escribano apuntaba sus nombres en un papel que era introducido en un bonete. En un segundo bonete se introducía el mismo número de papeles, pero esta vez en blanco, excepto seis, en los que se leía la palabra “alcalde”. Un niño o un analfabeto sacaba un papel de cada bonete designándose de esta forma a las seis personas que elegirían al alcalde y a los cargos municipales. Esta forma de gobierno duró hasta la aprobación de la constitución española de 1812. Solamente con la llegada de las elecciones de 1979 se comenzó con una nueva época de orden electoral.

El primer alcalde de Tolosa conocido documentalmente fue Sancho Martínez de Arbide. Era alcalde de Tolosa el 16 de febrero de 1309. Desde entonces, todos los alcaldes han sido varones con la excepción de Mirentxu Etxeberria. Fue la primera y única alcaldesa en toda la historia de Tolosa. Su mandato duró desde el 23 de mayo de 1983 hasta el 29 de junio de 1987.

La figura del alcalde siempre ha sido unipersonal, excepto en casos rarísimos como en el periodo transcurrido entre el 5 de junio de 1835 y el 4 de enero de 1837 en el que compartieron la Alcaldía José Antonio de Larrandobuno y José Domingo de Agirre, alternándose en el cargo la primera y segunda quincena de cada mes.

El récord de precocidad lo ostenta Miguel de Aramburu, que en 1663 fue alcalde con 24 años. Le siguen Francisco de Olazábal, en 1584, con 25 años y Martin de Aztiria, Juan de Agirre, Domingo Ayaldeburu y Antonio de Elizalde, alcaldes en 1577, 1598, 1635 y 1645 respectivamente, con 26 años.

Los mandatos más cortos fueron los de José María Alberdi, en 1868, que duró 17 días, el de Juan Etxeberria, en 1874, que duró ocho días, batiendo el récord los de Pedro Otamendi, en 1930, Juan Goiburu, en 1932 y Pedro Doktoriarena, en 1934, que duraron solamente siete días.

El mandato más largo en el tiempo lo protagonizó Enrique Ortiz de Zarate que fue alcalde, por decisión gubernamental, desde el 20 de septiembre de 1957 hasta el 2 de diciembre de 1969, completando un periodo de 12 años y 74 días. El siguiente mandato más largo fue el de José Gurrutxaga, cuyo mandato se prolongó desde el 10 de junio de 1987 hasta el 13 de junio de 1999.