Semioculto hasta ahora por los bloques de viviendas, un nuevo espacio emergerá en el casco histórico tolosarra. Se trata del patio interior entre las calles Korreo, Letxuga, Mayor y la Berdura plaza, que se destinará a un pionero proyecto para guardar las bicicletas de los habitantes de la parte vieja. El Ayuntamiento ya tiene preparado el proyecto de construcción de una infraestructura desmontable de madera, que dará cobijo a 135 bicicletas.
El proyecto se enmarca dentro del plan Tolosa, kale biziak, que tiene por objetivo transformar las calles y plazas del municipio en lugares agradables para la convivencia para que se pueda desarrollar la vida cotidiana en los espacios públicos. “La de Tolosa es la parte vieja más grande Gipuzkoa y somos conscientes de que requiere de un tratamiento especial. Hay muchos edificios sin ascensor y sin posibilidad de poder instalarlo, y muchas viviendas son pequeñas, por eso comenzamos a pensar en un proyecto para que los vecinos pudiesen dejar sus bicicletas, siempre con la intención primera de rehabilitar un espacio para la parte vieja”, declara el alcalde de Tolosa, Ibai Iriarte.
La población del casco histórico es cada vez más mayor y el Consistorio quiere atraer gente joven a esta zona de la villa. Con el fin de ofrecer facilidades a los vecinos, se ha pensado diseñar un espacio colectivo donde sus habitantes puedan aparcar las bicicletas con comodidad. De esta forma, también se quiere limitar de alguna manera el uso del coche en una zona del municipio donde existen pocas plazas de estacionamiento y fomentar el uso de otros medios de transporte sostenible, como la bicicleta.
Antes de iniciar el proceso de elaboración del proyecto, el Ayuntamiento tolosarra se reunió con los vecinos del casco para mostrarles los pormenores del plan. “En las reuniones vimos que el interés era muy grande y eso nos impulsó para seguir adelante. Las reuniones sirvieron para recabar las opiniones de los vecinos e identificar sus necesidades”, declara el primer edil tolosarra. Tras analizar el proyecto a nivel técnico durante los últimos meses, la semana pasada fue presentado a los vecinos.
Obras en enero
La sociedad pública dedicada a la rehabilitación del casco histórico de Tolosa, Erretengibel, se ha encargado de diseñar el proyecto. Tal y como explica su arquitecta, Larraitz Bernedo, se estudió la posibilidad de utilizar locales cerrados como aparcamiento para las bicicletas, pero la mayoría son pequeños, por lo que finalmente se optó por este patio de titularidad pública.
Una de las prioridades a la hora de ejecutar el proyecto ha sido causar el menor impacto posible a los vecinos. “Se ha querido respetar al vecindario, por lo que la infraestructura que se instalará no superará en altura el primer piso de viviendas, y también se ha perseguido buscar el mayor aprovechamiento posible”, explica la arquitecta.
La marquesina que se construirá en madera de abeto tendrá una capacidad para 135 bicicletas. El Ayuntamiento es consciente de que quizá la demanda pueda ser superior, pero el alcalde matizó que “no se trata de meter la mayor cantidad de bicicletas, sino de crear un espacio amable”.
En la construcción de la cubierta se emplearán materiales sostenibles y la parte superior se cubrirá con vegetación con el fin de que “la sensación no sea la de una infraestructura dura, sino ligera”.
A tenor de las previsiones, se espera que las obras, con un presupuesto de 145.000 euros, puedan dar comienzo en enero y que el espacio pueda empezar a ser utilizado en primavera. Además, las obras también se aprovecharán para renovar la red de saneamiento.
En cuento al funcionamiento, el acceso al patio estará controlado y todos los usuarios tendrán una tarjeta para poder abrir la puerta. Además, se establecerá un horario de acceso y salida para garantizar la seguridad. El Ayuntamiento está preparando un reglamento de uso que contrastará con los vecinos después de Carnaval para que estos puedan hacer sus aportaciones. El Consistorio cuenta ya con una lista de interesados, pero la inscripción se abrirá una vez que se haya aprobado el código normativo. Los usuarios deberán pagar una pequeña cuota anual, que se fijará junto al reglamento.