donostia - El Ayuntamiento inició el pasado lunes obras de mejora en el cruce del paseo Txingurri de Altza con el fin de evitar el peligro del que llevan años quejándose los vecinos del alto de Txingurrigaina, al que se accede por este vial.
En concreto, los trabajos afectan al cruce situado a la altura del número 67 del paseo de Txingurri y consisten en la realización de una mediana y dos pasos de cebra en cada una de las carreteras que confluyen en este punto. La actuación se completa con una mejora de la señalización vertical con el fin de avisar a los conductores de la existencia del cruce en cuestión y obligarles a reducir la velocidad.
El concejal de Movilidad, Jon Albizu, manifestó ayer por medio de una nota informativa que “con esta reordenación se está respondiendo a una reivindicación realizada por las y los vecinos en los últimos años”. Asimismo, añadió que “el objetivo es garantizar la seguridad de los peatones y por ello se están llevando a cabo obras para calmar el tráfico”.
Está previsto que los trabajos finalicen esta misma semana. La inversión para esta actuación asciende a 11.000 euros, según la nota informativa.
Hace un mes, vecinos del Alto de Txingurrigaina explicaron a este diario la peligrosidad de este cruce que, a pesar de contar con un paso de cebra, no garantiza un paso seguro. De hecho, además de estar medio borrado, el paso de peatones se encuentra en un punto con mala visibilidad, por lo que gran parte de los viandantes cruzan por otro lugar sin señalizar, aunque con mejor visibilidad.
Así lo explicaron a este diario Miguel García y José Luis Garbizu, que aseguraron que, en muchas ocasiones, los vecinos de la zona optan por cruzar la carretera fiándose de su oído y por un lugar desde el que se escuchan los coches que llegan desde Larratxo y hay mejor visibilidad hacia los que se acercan desde Herrera.
velocidad Para más inri, al ser una amplia carretera, numerosos vehículos que pasan por ella incumplen los límites de velocidad, situados en 30 kilómetros por hora, y los residentes en la zona se quejan de que las multas brillan por su ausencia. Además, el espejo que se colocó en el pasado para que los vehículos que salen al vial de Txingurri tuviesen una mejor visión de esta carretera está roto desde hace tiempo, con un aspecto de dejadez que, según los vecinos, es el problema que aqueja a este punto de la ciudad.
La pelea de los residentes por mejorar la seguridad de esta zona, compuesta por casas y caseríos ubicados en el entorno del campo de fútbol de Herrera, viene de lejos. Ya en 1983 reclamaron al consistorio que colocara un semáforo para reducir la velocidad de los coches, una actuación que no se ha producido hasta el momento.