Mutriku - Conocido popularmente como Xapo, Juanjo Lekunberri es un apasionado de las tamborradas (infantil y de adultos) que se celebran durante las fiestas patronales de Mutriku. A sus 67 años, lleva varias décadas colaborando en la organización de ambos eventos y asegura que disfruta muchísimo con esa labor. También agradece el homenaje sorpresa que ha recibido durante las madalenas que acaban de finalizar. NOTICIAS DE GIPUZKOA se ha reunido con él para conocer su trayectoria como colaborador de las tamborradas y sus sensaciones en torno al homenaje. Acompañado por su mujer, Juani, acude con puntualidad británica a la cita concertada con el periodista en el alto de Kalbario.
¿Cómo y cuándo empezó a colaborar con las tamborradas?
-Empecé a ayudar en la organización de la tamborrada infantil hace casi 50 años, junto con Javier Urreisti y su hermano Manolo, que fue quien realmente fundó la tamborrada de los niños de Mutriku. Estuve colaborando dos o tres años, hasta que me fui a la mili en el año 1966. Pero aprovechando unos días de permiso regresé a Mutriku y vi que mis amigos estaban en los soportales de la iglesia preparando la tamborrada infantil con los niños. Me puse a ayudar y desde entonces ya no he salido de ahí.
Durante las primeras décadas la tamborrada infantil de Mutriku era mucho más que el desfile de un día...
-Así es. Durante mucho tiempo la tamborrada del día del niño de las fiestas se completaba con otras muchas actividades que tenían una gran aceptación entre la ciudadanía. Antes de decidir lo que íbamos a organizar Boni Lekube y yo mismo solíamos ir a las fiestas de distintos pueblos para ver lo que hacían y si podíamos traer alguno de esos actos a Mutriku.
Imagino que la participación en la tamborrada infantil no habrá sido siempre la misma...
-¡Qué va! Empezamos con 60 chavales y llegamos a tener hasta 245. Eso sí, recuerdo un año de la década de los 70 que teníamos un tope de 180 niños y recibimos muchas más peticiones para participar. Tuvimos que decir a varios niños que no podían tomar parte porque solo había 180 plazas y muchos se pusieron a llorar. Aquella situación fue muy dura y no la podíamos aceptar, así que fuimos a donde el difunto Gregorio Arreitunandia, que era el alcalde, y tras explicarle lo que había nos dio vía libre para aumentar la participación. Además, el Ayuntamiento asumió los gastos que hasta entonces asumíamos con algunas ayudas de las cajas de ahorros y con el dinero que Boni y yo poníamos de nuestros bolsillos.
También colabora con la tamborrada de adultos...
-Aunque también he colaborado es la sociedad Mandazketa la que se encarga de la organización de la tamborrada de adultos desde hace casi 40 años. Yo he participado tocando en ese evento unos 30 años y también la he dirigido en tres o cuatro ediciones.
La víspera de estas madalenas le prepararon un homenaje sorpresa. ¿Cómo lo vivió?
-La verdad es que no sabía nada. Mi amigo Joxe Angel Andonegi Mote me dijo que no hiciera planes para esa noche porque estaba invitado a cenar en la sociedad Mandazketa. Después me pidieron que ayudara a llevar los palos durante la tamborrada y mi sorpresa fue mayúscula cuando al finalizar el acto, en Goiko plaza, me dieron la batuta para que dirigiera la pieza Mutriku herria. Al principio estaba nervioso porque llevaba varios años sin entrenar pero luego disfruté mucho. La plaza estaba llena de gente y ver a todo el mundo aplaudiendo pues... fue un momento muy emotivo y que agradezco a toda la familia de la sociedad Mandazketa.
¿Qué le falta o le sobra a la tamborrada de adultos de Mutriku?
-Sobre todo creo que sobra una cosa y es cuando los participantes en la tamborrada se ponen a beber en Beheko plaza. Eso me parece una barbaridad que está de sobra porque la música y la tamborrada son cosas serias y hay que afrontarlas como tal. Además, solo dura una hora y al finalizar hay champán para todos los participantes por lo que eso de tomar bebidas alcohólicas durante la actuación debería desaparecer.
¿Hay algo más que le gustaría decir?
-M gustaría reconocer la importante labor que desde hace muchos años desempeñan en la organización de las tamborradas otras personas como Karmele Andonegi o Iciar Galdós. Sin su dedicación está claro que las tamborradas no serían lo mismo.
Su txoko favorito de Gipuzkoa. Elorrixa. Tiene un paseo precioso y un mirador impresionante.
Un paisaje. Las vistas que hay desde el alto de Jaizkibel.
Una fiesta o un evento. Aparte de la tamborrada infantil de Mutriku, la Bandera de La Concha.
Un monte. Arno. Tiene un encanto especial.
Una playa. La de Saturraran.
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ipuzkoando