EL Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha rechazado las pretensiones de la empresa propietaria de Garbera para duplicar su tamaño, por lo que el centro comercial donostiarra se quedará como hasta el momento. De hecho, la gran superficie ha emprendido cambios en sus instalaciones, sin esperar a que finalice la batalla judicial que comenzó en 2011, después de que el Ayuntamiento de Donostia y el Gobierno Vasco rechazaran permitir un posible aumento de 18.500 metros cuadrados basándose en las directrices del Plan Territorial Sectorial (PTS) de Creación Pública de Suelo para Actividades Económicas y Equipamientos Comerciales de Euskadi, que pone un tope de 25.000 metros para el entorno de Donostialdea, un máximo ya cubierto.
En la actualidad, Garbera tiene 36.000 metros cuadrados y pretendía elevar su extensión hasta los 54.000, ya que el Plan General de Ordenación Urbana autorizaba un aumento de 24.000. Sin embargo, otras normativas superiores, derivadas de directrices europeas, rechazaban esta opción, por lo que los gestores del centro comercial de Intxaurrondo no pudieron llevar a cabo sus planes y recondujeron sus objetivos. A pesar de ello, prosiguieron su batalla en los juzgados y una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha dado ahora la razón a las instituciones, además de condenar a los propietarios del centro comercial a pagar las costas del procedimiento.
En su recurso, la empresa Unibail Rodamco Garbera pedía al TSJPV que ordenase eliminar del Plan General de Ordenación Urbana de Donostia todas las referencias a limitar el dimensionamiento máximo de los usos comerciales del complejo. Asimismo, solicitaba que se permitiesen todos los conceptos previstos en el convenio que suscribió la sociedad con el Ayuntamiento de Donostia que, en principio, había autorizado este crecimiento del espacio comercial.
planes
Molinos eólicos
De hecho, el Gobierno municipal de Donostia, entonces dirigido por Odón Elorza, había dado en 2009 el visto bueno a los planes para ampliar la superficie de Garbera. Estos consistían en que los 36.000 metros cuadrados se verían aumentados en 18.500 y sus empleados pasarían de 1.600 a 2.600. El proyecto, además, pretendía convertir el centro comercial en el primero con molinos eólicos, que le proporcionarían el 10% de la energía necesaria para funcionar. Las placas fotovoltaicas le aportarían el 90% restante.
Según aquellos planes, ahora definitivamente rechazados, el espacio del hipermercado quedaría igual pero, por contra, aumentaría el destinado a los establecimientos de tipo mediano, la zona de tiendas y el aparcamiento. Las 2.700 plazas actuales para aparcar pasarían a ser 3.200 y se ubicarían en tres alturas.
El proyecto, que apoyaban los socialistas y Ezker Batua-Aralar, contó con el apoyo de 5.000 firmas que fueron presentadas, pero no fue bien acogido por el resto de fuerzas políticas, que temían por los efectos que los planes de Garbera tuvieran en el pequeño comercio de Donostia. El Parlamento Vasco se posicionó en contra así, como el Gobierno de Vitoria.
Vista la situación, la empresa gestora emprendió cambios en las instalaciones y, por ejemplo, el pasado año cubrió las plazas de aparcamiento exterior. Asimismo, el pasado mes de marzo, el complejo comercial anunció que iniciaba una reforma total, con un coste de quince millones de euros. La luz natural, el confort y los materiales eólicos son algunas de las características de la remodelación anunciada.