Donostia. El Gobierno de Bildu no informó a los grupos políticos del Ayuntamiento de los fallos detectados en San Telmo -que han terminado provocando la apertura de un expediente por deficiencias graves contra las empresas ejecutoras- porque estaban "en vías de solución". Así lo manifestó ayer el concejal Jon Albizu, en respuesta a la pregunta presentada por el concejal popular Iñigo Arcauz en la comisión de Servicios a las Personas.

Albizu aseguró que el Ejecutivo donostiarra lleva dos años en conversaciones con el contratista de las obras, la UTE compuesta por Amenabar y Moyúa, y que, a pesar de creer que los problemas se iban a solucionar íntegramente, no ha sido así. "Hemos considerado que el museo estaba en fase de obras", explicó el concejal, que añadió que la profusión de goteras y otros desperfectos, así como la ruidosa tarima, no han interferido en la vida del museo, excepto con la última etapa de lluvias, que obligó a cerrar la sala dedicada a la industrialización durante más de una semana.

Albizu respondió que aún no se ha calculado cuánto dinero costará la reparación de los desperfectos, que el Ayuntamiento tiene previsto ejecutar y cobrar posteriormente a los contratistas. Asimismo, consideró que los más de 850.000 euros de fianzas que ha retenido el Ayuntamiento a las empresas serán suficientes para abordar las reparaciones necesarias.

Por su parte, Arcauz, además de criticar la falta de información durante dos años, lamentó que fuese Albizu, responsable de Movilidad y Bienestar Social, quien diese explicaciones que corresponden a otros ediles. Por su parte, la nacionalista Miren Azkarate se quejó de haberse tenido que enterar por la prensa de la situación de San Telmo.