EL mapa para identificar aquellas zonas del municipio donde las mujeres pueden sentirse menos seguras, los llamados puntos negros, está listo. El Consistorio de Bergara, con la colaboración de diferentes agentes, ha elaborado un diagnóstico sobre las luces y sombras en materia de seguridad desde la perspectiva de género. Pero el proyecto no se queda ahí. Su recorrido es aún más largo. Y es que también se han localizado las zonas urbanas que dificultan que el ciudadano de a pie se mueva con absoluta comodidad.
La iniciativa se enmarca dentro del Plan municipal de Igualdad, donde se recogen diferentes actuaciones. "En lugar de considerar los puntos negros únicamente bajo el prisma de lo conflictivo, hemos querido identificar, al mismo tiempo, aquellas zonas que presentan problemas de movilidad", explica la concejala, Maren Belastegi.
Qué calles ofrecen trayectos discontinuos al viandante, dónde se encuentran los obstáculos que hacen perder la visibilidad en las vías públicas, coches que ocupan los espacios peatonales, cuáles son los enclaves poco accesibles o con falta de iluminación... Estas y otras muchas cuestiones se han tenido en cuenta a la hora de hacer la radiografía de la villa.
Para llevar a cabo el informe, el Ayuntamiento ha tenido como compañeros de viaje a tres colectivos femeninos de diversas edades, que han tomado parte en el desarrollo del proyecto. "Hemos contado con la ayuda de jubiladas de la asociación San Joxepe, del centro de Educación Permanente de Adultos (EPA), además de un grupo de jóvenes", detalla Belastegi.
Antes de dar paso a la participación ciudadana, los técnicos del consistorio y los agentes de la Policía Municipal fueron los encargados de detectar algunos puntos negros, que aunque a pie de calle "no suelan ser designados con estas palabras, sí que se consideran zonas conflictivas", añade la edil de Bildu.
Los puntos negros, por lo general, se asocian a la falta de seguridad, peligro, oscuridad..., pero, en este caso, se ha querido tener una visión más amplia, abarcando los espacios que entrañan cualquier tipo de dificultad en la vida diaria de las mujeres y, por ende, del conjunto de la ciudadanía.
Túneles y aceras estrechas
Falta de iluminación
El túnel que conduce al barrio de Altos Hornos por el itinerario peatonal de la antigua plataforma del ferrocarril, los alrededores de la discoteca New Guass, el parking público de Matxiategi (junto al cementerio), los soportales de las viviendas de Boni Laskurain pasealekua (en las cercanías del hogar del jubilado), las plazas entre las calles Fleming y Matxiategi, la calle Zubieta (a la altura de los números del 5 al 6), la travesía de Boni Laskurain, el cierre del parque de Arrizuriaga del lado del Espolón, el túnel peatonal de la variante o las conexiones con el barrio de Bolu son algunas de las trece zonas donde el informe pone especialmente el acento.
El documento hace hincapié en aspectos como: la poca afluencia de gente a ciertas horas del día, el escaso alumbrado público, escalones en mal estado o con mucha pendiente, el pavimento desigual (a veces provocado por el crecimiento de las raíces de los árboles), aceras estrechas, la proliferación de vehículos en detrimento de los peatones... Para paliar esta problemática se plantean una serie de actuaciones.
Por tanto, una vez concluido el proyecto, el siguiente paso será analizar las distintas propuestas que se han puesto sobre la mesa. "Haremos un seguimiento especial de cada zona", señala Belastegi, aunque todavía es pronto para hablar de plazos o para concretar qué clase de intervenciones se llevarán a cabo.
Aunque en numerosas ocasiones la variedad de opiniones es sinónimo de riqueza, lo cierto es que muchos vecinos han valorado positivamente la iniciativa de haber identificado estos puntos negros.