LUR y Rosi, dos Golden Retriever de un año y tres meses respectivamente, acudieron ayer a su cita de los martes en el centro de día de mayores de San Martin egoitza, en Oñati. Eusebi, Domelia, Anttoni, Inés y Fermina esperaban en una sala a sus compañeros caninos. Lo hacían sonrientes. Y es que ambos son mucho más que dos perros. Desde enero les ayudan en su terapia gracias a la iniciativa que dirige la oñatiarra Ainhoa Billar.
La zooterapia o terapia asistida por animales es un gran apoyo en el proceso de rehabilitación y mejora la calidad de vida de los pacientes de todas las edades con enfermedades que los debilitan y los afectan en el plano social, emocional y cognitivo. Perros, gatos, caballos, delfines o aves tienen unos efectos terapéuticos realmente asombrosos. Dicen los expertos que calman las deficiencias psíquicas o físicas, disminuyen el sentimiento de soledad, brindan tranquilidad y sosiego... "El solo hecho de acariciar a un can genera un sentimiento de relajación, levanta la autoestima y reduce el estrés diario", aseguran.
En el programa que se desarrolla en Oñati toman parte los 22 usuarios que actualmente asisten al centro de día (en estos momentos hay plaza para 25 mayores). Divididos en tres grupos según el nivel cognitivo, cada uno de ellos reciben una sesión quincenalmente, los martes, miércoles o jueves con una duración de entre 30 y 60 minutos.
Ayer la mañana transcurrió divertida. A Inés le tocó encajar las piezas de un aro por el que, haciendo gala de obediente, saltó Lur. "Tienes fuerza", apreció Billar al ver la habilidad con la que Inés estaba resolviendo el ejercicio que le había propuesto. "Sí, a mis 87 años...", contestó la aludida.
Domelia, por su parte, se ocupó de esparcir un jabón por el pelaje de Rosi, algo que a la pequeña Golden Retriever debió de gustarle a juzgar por la tranquilidad con la que respondió a los movimientos de manos de Domelia. Pasear, peinarle o dejar que el animal comiera de la mano su recompensa fueron otras de las actividades que se llevaron a cabo.
beneficios
Cognitivos, físicos y emocionales
"Los beneficios de este tipo de terapias son cognitivos, físicos y emocionales", explicó Ainhoa Billar que es técnico en terapia asistida con animales, además de especialista en educación, modificación de conductas y adiestramiento de perros. Las diferentes sesiones se realizan en coordinación con el personal sanitario del centro de día que marca una serie de objetivos a cumplir. Este primer mes de rodaje ya está recogiendo sus frutos. "Se observan resultados: a nivel de memoria, reaccionan más al entorno, muestran emociones, por ejemplo, sonríen cuando están junto al perro, hacen movimientos para tocarle...", detalló la psicóloga, Mari José Nova.
La iniciativa inició su andadura en enero. "Teníamos claro que queríamos introducir algo novedoso en los recursos destinados a nuestros mayores y tuvimos conocimiento del trabajo y la formación de Ainhoa", precisó el alcalde, Mikel Biain, que valoró positivamente el programa. El primer edil recordó que se trata de una "experiencia piloto" de seis meses -hasta junio-, pero remarcó que la intención del Consistorio es "dar continuidad" al servicio.
Esta tipología de terapias asistidas con animales, cada vez más extendidas, tiene efectos notorios no sólo entre los ancianos. Junto con el centro de día oñatiarra, Billar trabaja en el hospital psiquiátrico Aita Menni de Arrasate y en la escuela pública Urgain de Oñati. En este último caso imparte actividades asistidas con cinco grupos de niños (para superar la timidez, aprender a ser más tranquilos si son movidos...).
Cualquier perro, cumpliendo una serie de requisitos, puede ser entrenado y adiestrado para esta modalidad de tratamientos terapéuticos. Sin embargo, de los Golden Retriever, Billar destaca su gran sensibilidad de cara a los niños y mayores. Ayer Lur y Rosi lo demostraron.