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Abanicos 'made in Urretxu'

La urretxuarra Karmele Luqui exporta sus trabajos artesanales a todo el mundo

Abanicos 'made in Urretxu'Foto: a.z.

PUESTOS a buscar abanicos, nadie vendría a Gipuzkoa. Como es lógico, este práctico utensilio se fabrica sobre todo en lugares donde acostumbra a hacer mucho calor. Pero también en Urretxu: una vecina ha conseguido que sus abanicos sean agitados por mujeres de todo el mundo. Se llama Karmele Luqui y se vale de Internet para distribuir sus productos por todo el planeta.

Esta joven estudió Bellas Artes, especializándose en restauración. Trabajó como restauradora en Zaragoza y, después, junto con un amigo, abrió un empresa de diseño gráfico en Barcelona. A su pareja le ofrecieron trabajo en Austria y se trasladaron allí.

Y fue precisamente en el país centroeuropeo donde se le ocurrió hacer abanicos de manera artesanal. "En Austria el verano es caluroso. Durante un viaje en tren saqué un abanico y la gente se me quedó mirando. Una mujer incluso me lo pidió. Supongo que allí también se venderán, pero no tienen costumbre de utilizarlo. En Barcelona, en cambio, los utiliza todo el mundo".

De vuelta a Urretxu decidió probar suerte, pues siempre le ha gustado hacer manualidades. Utiliza la marca Olelé. Sus manualidades se pueden adquirir en Etsy, un portal de Internet que se dedica a la venta de manualidades y productos de artesanía. En esta página hay miles de tiendas y una de ellas es la de la artesana urretxuarra. Sus abanicos han tenido mucho éxito y los distribuye por todo el mundo.

El armazón del abanico es de madera y se hace en España, un país con gran tradición y prestigio en la elaboración de abanicos de calidad. Se utilizan distintas maderas. Cada una tiene un color y un peso. A algunos les gustan oscuros, a otros claros, hay quien quiere uno ligero, quien prefiere uno más pesado... La tela (estampada y de algodón, pues se almidona bien, no se estropea con el agua y soporta el calor) la trae de distintas partes del mundo. Almidona la tela, la pliega y después la pega a la madera. Los abanicos Olelé se venden con una funda de cuero y empaquetados para regalo.

Luqui ofrece también abanicos a la carta: las clientas le envían fotos de su vestido y ella les hace un abanico a juego. Incluso ha hecho alguno para zurdos. Un regalo original, bonito... y refrescante.