LA discoteca Joy Donosti se despidió la pasada Nochevieja y, con ella, también dijeron adiós los últimos visitantes de Illunbe. Con el nuevo año, todos los locales del centro de ocio vuelven a estar vacíos a la espera de que, en breve, el Ayuntamiento saque a la venta el recinto.
Illunbe afronta, así, una nueva época. Catorce años después de su inauguración, en 1998, y tras decenas de conflictos y litigios, el Consistorio ultima los trámites para sacar a concurso la venta del recinto de ocio, del que quedaría excluido el coso taurino. Por eso, y para poder ofrecer el complejo sin inquilinos, no ha renovado los alquileres que tenían las discotecas Joy Donosti y Akua, las últimas inquilinas de Illunbe hasta el momento.
Será en las próximas semanas cuando se hagan públicos esos pliegos y cuando las empresas interesadas (serían varias, según han afirmado en anteriores ocasiones fuentes municipales) puedan realizar sus ofertas para hacerse con este espacio. Quienes aspiren a gestionar el recinto deberán, asimismo, adecuar los accesos hasta él, según anunció el Consistorio hace unos meses.
En total, el precio por el que se pondrá a la venta Illunbe será de 19 millones de euros, a los que habría que añadir al menos los 3,3 millones más que costaría construir un acceso directo al recinto desde el vial que sube a Hospitales desde la Variante. El comprador, por su parte, podrá destinar el complejo a usos hoteleros, de oficinas o comerciales. Precisamente, parece que son varias cadenas dedicadas a la distribución del sector de la alimentación las que, hasta el momento, han mostrado su interés.
litigios e indemnizaciones
Trayectoria complicada
El Consistorio espera materializar la venta del complejo este mismo año y cerrar, así, uno de los capítulos más sangrantes para las arcas municipales.
La polémica envolvió Illunbe desde su adjudicación en 1997 a Nuevo Desarrollo de Anoeta (NDA) que, después, fue anulada por los tribunales: consideraron que no había tenido lugar el concurso público necesario para una adjudicación de esas características. Tras varios recursos, la sentencia firme llegó en 2006 y el Ayuntamiento, regido entonces por el socialista Odón Elorza, decidió convocar ese concurso que, sin embargo, quedó desierto.
Así las cosas, Illunbe quedó en manos del Consistorio (a través del Patronato de Deportes) a principios de 2010. Por otro lado, para compensar a NDA (la empresa de la familia Chopera) la inversión que había hecho en la construcción del recinto (que, en principio, iba a compensar con la explotación de este durante 75 años), el Ayuntamiento se vio obligado a pagar 21 millones de euros de indemnización.
En estos tres últimos años, además, los representantes municipales y los Chopera se han visto las caras en diversas salas de vistas, a cuenta de los diversos litigios abiertos entre ambos por algunos flecos de esa indemnización: la compensación por los abonos, los gastos de reparación de la plaza que ha asumido el Consistorio o las indemnizaciones a las empresas que habían tenido locales alquilados en Illunbe, entre otros, son cuestiones que los enfrentan en los tribunales.
El nuevo Gobierno municipal de Bildu ha manifestado en varias ocasiones que quiere acabar con la "sangría" que ha supuesto Illunbe para las arcas municipales, de ahí que haya decidido poner a la venta el complejo de ocio. De la venta se excluirá, de todos modos, el coso taurino, que el Gobierno municipal pretende acondicionar para que pueda acoger con mayor comodidad a las personas que acudan a ver al Gipuzkoa Basket en Illunbe. Esas reformas impedirían, en principio, la posibilidad de celebrar corridas de toros en el futuro, otra de las cuestiones que, en los últimos meses, han generado una nueva polémica en torno al recinto amaratarra.
Con toros o sin ellos, en lo que todos coinciden es en buscar una salida al complejo de ocio. De momento, el concurso público está a punto de ser convocado. A partir de ahí, llegará el turno de los compradores. De ellos será el futuro Illunbe.