Donostia. El albergue de Uba abrirá sus puertas a lo largo de la segunda quincena de septiembre. A partir de entonces, ofrecerá un total de 196 camas repartidas en 44 habitaciones de dos, cuatro y seis personas que costarán, como máximo, 20 euros (por persona y solo alojamiento).

El nuevo establecimiento, impulsado y gestionado por el Ayuntamiento a través de Fomento de San Sebastián, está ubicado al final del camino de Uba, más arriba del centro de Emaús, en el parque de Ametzagaina. Se accede a él a través de la carretera que parte de Txomin Enea. De todos modos, una vez que se ponga en funcionamiento, está previsto habilitar un servicio de transporte público (un autobús o microbús) que acerque al Centro a los alberguistas. También contarán en las inmediaciones con la futura estación de EuskoTren en Intxaurrondo, al otro lado del parque de Ametzagaina.

El objetivo de esta nueva instalación es ampliar la oferta de alojamientos de la ciudad y atraer a otro tipo de público, según explicó ayer el concejal de Desarrollo Económico, Josu Ruiz, en la presentación de las instalaciones. Aunque está abierto a todos, Uba pretende atraer, principalmente a jóvenes investigadores o becados (este centro quiere complementar el servicio de la residencia de investigadores Talent House de Aiete), a deportistas que vengan a la ciudad (surfistas, por ejemplo, o participantes de competiciones o citas como la Donosti Cup), familias o grupos de escolares.

instalaciones El centro cuenta con una superficie útil de más de 3.000 metros cuadrados repartidos en cuatro pisos. En la planta baja, junto a la recepción, se abrirá un bar que, además de para los alberguistas, estará abierto para el público general que pasee por Ametzagaina y que ofrecerá comidas y cenas.

Las habitaciones están repartidas entre la primera y segunda planta (también hay dos adaptadas para personas con movilidad reducida) y en la tercera hay una gran sala común con mesas en la que se ofrecerá el desayuno a los alberguistas. También contará con una cocina en la que los usuarios podrán preparar su propia comida.

Fuera del centro los alberguistas tienen también una pista deportiva, más mesas al aire libre y aparcamiento. Asimismo, según explicó ayer Eduardo Fernández, de Fomento de San Sebastián, el edificio es eficiente energéticamente: cuenta con sensores para activar el sistema de iluminación, receptores de energía solar y una caldera de biomasa. También ofrece acceso Wi-Fi a Internet en todo el edificio.

Las obras del centro se completaron hace unos meses y estos días los operarios ultiman la instalación del equipamiento del bar, que explotará una empresa subcontratada por Donostiako Sustapena. También será otra empresa especializada la que se encargue de la recepción y comercialización del albergue.