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"Lo que yo pretendo es que mi nuevo proyecto del batzoki Antigua de Benta Berri sea la casa de todos"

Ainhoa Goikoetxea es conocida tanto por su papel televisivo como por sus proyectos hosteleros. A principios del mes de mayo inauguró su nuevo local, el Bai Batzokia-Antigua de Donostia, situado en la plaza José María Sert de Benta Berri

"Lo que yo pretendo es que mi nuevo proyecto del batzoki Antigua de Benta Berri sea la casa de todos"

Donostia. Ainhoa Goikoetxea comenzó trabajando como periodista en Euskadi Irratia. En 1998, decidió pasarse a la hostelería, aunque todavía mantiene el contacto con los medios. Reconoce que "le gusta mucho" ser tertuliana en EiTB. En Donostia, regentó el bar nocturno Truk, en la Parte Vieja, y después comenzó a gestionar el Alisas Berri en la capital vizcaina. Ahora se ha embarcado en un nuevo proyecto: La Antigua, una franquicia que pertenece al proyecto de Bai Batzokia del PNV. Goikoetxea lo quiere dejar claro: el nuevo concepto de los batzokis es que sean una "casa de todos" y en ellos priman los "buenos productos" y la "comida tradicional vasca".

¿Cómo se le ocurrió regentar este local?

Cuando yo estaba en Bilbao conocí este proyecto y me gustó la idea del grupo. Me gusta mucho el concepto que maneja, el de volver a la comida tradicional y que las cosas sean lo que realmente vemos en los carteles. En Bilbao no me encajaba este proyecto, pero tampoco lo había descartado. Ahora estoy en una etapa donde tenía tiempo para hacerlo. Hasta hoy.

Bai Batzoki es una especie de franquicia.

Si hay que llamarlo franquicia, vamos a llamarlo. El concepto Bai Batzoki es algo superior a lo que es una franquicia. El PNV ha tenido siempre locales de hostelería y este es un nuevo concepto de gestión, donde se quiere volver al origen de nuestra cocina, de la cocina tradicional vasca, que no la voy a descubrir yo. A partir de ahí, hay que combinarla muy bien con el cuidado de los cafés y el vino. El concepto consiste en trabajar con productos de temporada y volver a la cocina de nuestras amonas y nuestras amas. Lo que ha hecho el grupo ha sido coger eso y ponerlo en el mercado. A partir de ahí, el grupo busca gente que quiera gestionar los locales, desde el conocimiento empresarial. Hay libertad de gestión. Las franquicias, en cambio, están más limitadas. Un concepto de franquicia está más impuesto.

Entonces, hay que volver al origen.

Si tÚ trabajas un pescado, tienes que trabajarlo con fundamento y, sobre todo, hay que trabajar con materia de temporada. Somos unos suertudos y podemos traer productos del mar, de la tierra... Los tenemos ahí. A mí me encanta el contacto con el mercado, con el puerto, y hay que trabajar eso.

Inauguró el local a principio de este mes. ¿Qué valoración hace de este tiempo?

Esto es un gran barco que está cogiendo su rumbo. Tengo un grupo humano fantástico trabajando aquí. Son muy buenos profesionales. Ya sabemos que la coyuntura no es la más adecuada, la crisis la tenemos todos los días en la televisión y en la radio. La gente lo está pasando mal y no nos olvidemos que esto entra dentro del sector servicios y a la gente, cuando le falta, lo primero que se quita es de estas cosas. Pero también creo que la gente agradece que hagamos las cosas como las hacemos, que volvamos al origen, tal y como te he dicho. Ahora estamos en la fase de que nos conozcan y que funcione el boca a boca. El balance de este mes es positivo.

Antes usted gestionaba el local de noche Truk de la plaza de la Constitución y ahora se ha pasado a un local de día. ¿Son muy diferentes?

La noche y el día no tienen nada que ver. Creo que dejé la noche en un momento muy adecuado. Si alguien está sufriendo son los locales de noche. Creo que por parte de los ayuntamientos ha habido una mala gestión en el sentido que en el que teníamos turismo las cosas no se hicieron bien. La noche está igual de muerta en Bilbao que en Donostia y Gasteiz. En todos los sitios está igual. Cuando había mucho turismo se nos obligaba a cerrar a una hora determinada. A eso se le añade que cada día somos más europeos, que cada hora nos vamos antes a casa y que los jóvenes tienen otro tipo de ocio.

Pero el Gobierno Vasco ha retrasado una hora el cierre de los locales nocturnos.

Se tenía que haber hecho muchísimo antes. Cuando sales entre semana, te mueres porque no hay nadie. Pero sales un viernes y todo está igual. La gente se concentra el sábado y para de contar. Con eso no se puede vivir. Una ciudad necesita ocio nocturno.

¿Mantiene el local que tenía en Bilbao?

Yo siempre digo que con el mismo ipurdi no se pueden cubrir dos sillas. Aquel local lo dejé y ahora estoy aquí. Yo procuro estar en mis negocios.

¿Hay mucha diferencia entre un cliente vizcaino y uno guipuzcoano?

No. Si nos podemos a buscar, siempre hay diferencias. Por ejemplo, en Bizkaia se bebe mucho Cordovín, que es un vino clarete de La Rioja. Aquí parece ser que está entrando con fuerza. Pero realmente estamos al lado. En Bilbao vendíamos txakoli Txomin Etxaniz hasta aburrirnos. Al consumidor lo que le gusta es el producto bueno y yo lo que procuro es siempre tener cosas buenas.

Usted dejó su oficio de periodista y se pasó a la hostelería.

En 1998 me casé y mi exmarido tenía negocios de hostelería. La tele funciona según las audiencias y en 1998 tuve un mal trago porque me falló el trabajo en la tele. Y entonces, me di cuenta que no quería vivir así: hoy tengo mucho y mañana nada. Junto con mi entonces pareja decidí invertir en hostelería y hasta hoy. Aun así, he tenido la suerte de seguir trabajando en la tele.

¿Su papel de contertulia es beneficioso o es una carga para su negocio?

Yo soy muy visceral. Soy tal y como salgo en la tele, no es ningún papel. Yo ya tenía negocios cuando empecé de contertulia y la gente de mi alrededor me decía que ser tertuliana podía ser perjudicial si me implicaba mucho. Hablo a nivel político. Pero el tiempo me ha demostrado que no. Tengo amigos de todos los colores. He tenido algún que otro rifirrafe, pero han sido los menos. Yo lo que pretendo, además, es que este, mi nuevo proyecto, sea la casa de todos. Los nuevos batzokis son la casa de todos. En ese sentido, no he tenido ningún problema, todo lo contrario.