Parecía imposible de creer con el calor sofocante que se vivió durante la mañana y media tarde del martes, pero las predicciones no fallan, y la tormenta estaba prevista. 3.238 rayos. Esa es la cantidad que cayó en Gipuzkoa en la tormenta de la tarde-noche de esa jornada, acompañados de lluvia, mucho viento y granizo. Unos factores que estaban previstos por la Agencia vasca de Meteorología, Euskalmet, que había activado el aviso amarillo a partir de las 17.00 horas por precipitaciones intensas, que en algunos puntos superaron los veinte litros por metro cuadrado en un espacio de tiempo pequeño. “Es un espectáculo de la naturaleza. Luego hay que hacer matices porque al que se le fue la luz o en el que tuvo cierto impacto dirá que espectacular no es la palabra”, apuntó ayer el director de Estrategia y Coordinación de Euskalmet, Santiago Gaztelumendi.

Junio, el mes más tormentoso

No es extraño que junio sea uno de los meses más tormentosos del año. “Es un mes bastante habitual, julio suele descender y a veces vuelve a subir en agosto y septiembre”, indicó Gaztelumendi como una época del año idónea para este tipo de tormentas en la que “caen” la “inmensa mayoría de los rayos”, algo que desciende durante “los meses invernales”. Esto se debe a que en verano las nubes son “mucho más altas” que en invierno. Entonces, que haya inestabilidad y unas nubes muy verticales son los condimentos necesarios para que se generen descargas eléctricas y granizo de gran tamaño.

A falta de confirmación oficial de si la tormenta del martes fue una de las que más rayos acumuló, Gaztelumendi destacó que el ojo no engaña. “El ojo humano no engaña. Entonces dices: ¿Lo de ayer hace tiempo que no lo veíamos? Creo que sí, no tenemos la estadística pero lo de ayer –por el martes– hace tiempo que no lo veíamos”, planteó. Una tormenta que, tal y como detalló el director de Estrategia y Coordinación de Euskalmet, fue bastante generalizada. “Primero afectó por el oeste”, explicó.

Sistema para contar

Para recoger los datos hechos públicos ayer, Euskalmet cuenta con cuatro antenas para detectar todas las descargas eléctricas de Euskadi. “Con este sistema podemos detectar las descargas que no tocan suelo –aquellas que ocurren dentro de una misma nube o que van de una a otra–, los relámpagos, y podemos medir los que tocan el suelo”, señaló el director de Estrategia y Coordinación de Euskalmet. Gaztelumendi puntualizó que “cuando decimos que ayer cayeron 14.624 rayos en Euskadi (3.238 en Gipuzkoa 3.341 en Bizkaia y 8.042 en Araba), hay que tener en cuenta que ese dato es para cualquier tipo de amperaje (energía del rayo)”.

En este sentido, reconoció “que los que más impacto dejan son los que están por encima o por debajo de los cinco kiloamperios”, ya que las descargas pueden ser “positivas o negativas”. Después de realizar este matiz, Gaztelumendi manifestó que si se pone el foco “en los que pueden dejar más impacto, serían 4.664 en Euskadi y 1.340 en Bizkaia” en vez de los más de 14.000 y 3.341 que se registraron, respectivamente. El director de Estrategia y Coordinación de Euskalmet asegura que fueron muchos los rayos que cayeron pero “para llegar a esa conclusión es necesario compararlo con años anteriores”. En cuanto a aquellos de cierto impacto a nivel Euskadi, ya solo en este día se superaron (4.664) todos los rayos que cayeron en el mes de junio del año pasado (3.146). “No nos vale de mucho este dato si en junio de 2023 cayeron 14.495. En 2022, 3.992 o en 2021 un total de 8.154”, especificó, y añadió que “solo el día de ayer (por el martes) cayeron más rayos que todo el mes de junio de 2024 y de 2022. Ha caído tres veces menos que todo junio de 2023 y dos veces menos que en junio de 2021”.

No estaba previsto

La tormenta que atronó el territorio guipuzcoano durante la tarde y noche del martes no era algo que no estaba previsto por la Agencia Vasca de Meteorología. “Sabíamos lo que venía y sabíamos que venía con mucho aparato eléctrico. Sabíamos incluso que podía dejar granizo de gran tamaño y rachas muy fuertes de viento”, sostuvo Gaztelumendi. De hecho, el vendaval fue uno de los protagonistas de la jornada ya que se superaron los cien kilómetros por hora en diferentes puntos de Euskadi: 117,7 km/h en Orduña, 112,5 km/h en Matxitxako, 108 km/h en Untzueta, 106,6 km/h en Beluntza (Araba) y 108 km/h en Oiz. Los puntos de la geografía vasca que rozaron los cien kilómetros por hora fueron Zegama, con rachas de viento de 96,3 kilómetros por hora, e Iurreta con 91 km/hora.

En cuanto a la cantidad de agua caída, destacaron varias localidades de la geografía vasca, siendo Altube el lugar que acumuló la mayor cantidad de precipitaciones, ya que se registraron 44 litros por metro cuadrado. Una cifra que refleja la intensidad de la tormenta en esa área. Muy cerca de Altube se encuentra Orozko, que también experimentó una fuerte acumulación de agua, con 33 litros por metro cuadrado. “Diez litros en diez minutos es mucha agua. La mayor parte de los chubascos duraron veinte minutos”, resumió el director de Estrategia y Coordinación de Euskalmet.