"eSTAMOS vendiendo pintxos a un euro para recaudar dinero y destinarlo a la asociación contra el cáncer de mama. En la asignatura de Administración nos animan a plantear un proyecto emprendedor y se nos ocurrió este". Los pasillos del Instituto de peluquería y estética Monte Albertia de Zarautz están llenos de vida, nuevas ideas, ganas de aprender y trabajar. Y es que tal y como destaca la directora del centro, Amaya Oñederra, "es importante formar a alumnos emprendedores, sobre todo en esta época de crisis". Es por ello que esta escuela única en su sector en toda Gipuzkoa y que cumple este año 50 primaveras, ha organizado diversos actos para celebrar su aniversario por todo lo alto.
Así, el próximo 4 de marzo presentarán un libro repleto de fotografías y anécdotas de las antiguas alumnas, en la escuela de cocina Aiala. Además, el 24 de mayo organizarán los primeros encuentros de la familia de la Imagen Personal en Zarautz y el 10 de junio, Monte Albertia también participará en el día de la escuela pública que tendrá lugar en la localidad. La clausura por el 50 aniversario llegará el 12 de noviembre, con un show atelier en el Museo Balenciaga, donde participarán las 300 empresas colaboradoras del centro.
Monte Albertia se inauguró en 1962, convirtiéndose en la primera escuela de estas características del Estado. "En los años 60 la mujer tenía muy poco acceso a la educación y fue una apuesta innovadora. Arquitectónicamente también eran unas instalaciones punteras de 15.000 metros cuadrados", subraya Oñederra. Acudían a Zarautz alumnas de todo el Estado y solían estar internas cinco años en la propia villa, ya que la escuela contaba con un internado (el actual albergue Igerain de la Diputación). Ya en los 80, se constituyó el Gobierno Vasco y tres cuartas partes del edificio pasaron a pertenecer al departamento de Cultura, quedando en manos del ente foral y una cuarta parte siguió funcionando como escuela, pero sin internado. Desde entonces, Monte Albertia forma parte del departamento de Educación del Ejecutivo vasco, siendo la única escuela pública de Gipuzkoa que oferta peluquería y estética.
firme apuesta por el euskera
Todo el material en Internet
En el año 2000, al ver que las alumnas demandaban formación en euskera, empezaron a desdoblar los ciclos y hoy en día imparten clases en modelo A y D (todo en euskera). "Nuestra apuesta por el euskera es lo que nos diferencia del resto de la oferta de Euskadi", señala Oñederra. Aunque la directora admite que ha sido un trabajo duro, ya que "estaba todo por hacer". "No había ni una línea escrita en euskera", recuerda. De este modo, han editado libros sobre peluquería y estética en el idioma vasco y otros documentos que han divulgado a través de la red: "Está realizado con dinero público y como tal, tiene que volver a la sociedad".
Monte Albertia cuenta con una media de 150-180 alumnas al año, que tras acabar la ESO o el bachiller se disponen a sacar la titulación oficial. Es el caso de las alumnas de 18 y 20 años, Itziar Oyartzabal de Eskoriatza y estudiante de peluquería y Nadet Godoy de Zestoa y alumna de estética. Las dos se muestran contentas con el centro, aunque admiten que no pensaban que había que estudiar tanto. Por otro lado, desde hace unos años la escuela también acoge a personas trabajadoras o desempleadas que realizan la formación continua y a las que quieren conseguir las certificaciones profesionales. "Se incide mucho en la cualificación. De cara al futuro será una apuesta importante, porque nuestro sector no está regulado. Cualquier persona con capital puede abrir un centro de peluquería y estética sin que se le exija titulación y los certificados serán un avance para poner orden y revalorizar y dignificar la profesión", indica Oñederra.
reivindicación: más espacio
Metros cuadrados escasos
A pesar del éxito que cosecha Monte Albertia desde hace medio siglo, lleva años reivindicando más espacio para seguir dando una formación de calidad. "Estamos 200 personas amontonadas en 900 metros cuadrados escasos", indica la directora. En este sentido, el 1 de marzo tendrán una reunión con el Gobierno Vasco para trasladarles su inquietud. "Es un sector que sigue en alza. Un servicio que la gente tiene asumido. El cuidarse forma parte de la cultura del bienestar y es muy importante sentirse bien. Triste sería que un proyecto de futuro estuviera hipotecado a x metros cuadrados", subraya Oñederra.
"Muchas de las alumnas se han convertido en empresarias y han solido llamar a la escuela para pedir personal. Esa es nuestra mayor garantía. Es un círculo que funciona y tiene que funcionar por lo menos otros 50 años", concluye orgullosa la directora, mientras come un pintxo contra el cáncer de mama.