Con más de tres décadas a sus espaldas, el bar Ricardo de la calle General Artetxe 6 del barrio donostiarra de Gros, es un bar de siempre que, a pesar del paso de los años, sigue manteniéndose fiel a su tradición.

Se trata de un negocio familiar. Los primeros en abrir la persiana, allá por el año 1975, fue el matrimonio formado por Carlos Marín y Modes Arraztio. 37 años después el hijo de estos, Iñigo Marín, se ha encargado de seguir con el negocio de sus padres, sin perder ni un ápice de su esencia, la antigüedad.

El bar Ricardo, especializado principalmente en pintxos y almuerzos, se encuentra en la zona de poteo de Gros. Abre todos los días a las 10.00 horas para atender a sus clientes de siempre, que no dudan en ningún momento en acudir al bar para compartir junto al resto de compañeros sus tradicionales almuerzos, entre los que destacan los pintxos de huevas de merluza, las antxoas, el bonito y las tortillas variadas entre otras raciones, elaboradas siempre con productos de temporada.

Los días de fútbol, especialmente cuando juega la Real Sociedad, es otro de los puntos fuertes de este bar, que se caracteriza por ser un gran seguidor del equipo txuri-urdin. "Nuestros clientes son muy seguidores de la Real. De hecho, los lunes son mejores o peores en función del resultado de los partidos", explica Marín. Entre otras cosas, el bar Ricardo es el único de la zona que cuenta con un autobús alquilado para trasladar a sus clientes los días de partido. "Muchos de nuestros clientes son de los que iban a Atotxa a ver los partidos, y ahora con la edad y el tiempo, les ofrecemos este servicio para que sigan disfrutando con toda la seguridad y la comodidad que se merecen".