Pasaia. A partir de las 10.30 horas saldrán de la carretera del faro más de cien ciclistas, divididos en siete categorías diferentes, que deberán completar diferentes distancias: desde los 32,5 kilómetros (elite y sub-23) hasta los trece (cadetes).

¿Qué características tiene el circuito de este año?

El circuito es más pequeño que en otras ediciones, porque antes íbamos hasta la zona de Ulia, pero ha habido un desprendimiento y todavía no han arreglado esa parte. Otra de las variantes de este año es que no se pasa por la conocida Cuesta de la Muerte, ya que el dueño del camino ha decidido cerrar el paso. Lo que hemos hecho ha sido buscar otra bajada espectacular. Son unos 200 o 300 metros, pero muy empinados.

¿Hay que estar físicamente muy preparado para participar?

Es un circuito muy técnico. Yo creo que de los que se celebran en el Open de Euskadi es el más técnico. Hay que saber andar muy bien en bicicleta para terminar la prueba. Tiene miga.

¿Cuántos ciclistas espera la organización que tomen la salida?

Como 120 ó 150 corredores sumando todas las categorías. Esta prueba es puntuable para el Open de Euskadi BTT. Se trata de una liga a nivel de Euskadi en la que hay alrededor de ocho pruebas y ésta es puntuable para elegir al ganador. Al mismo tiempo se celebra en el mismo recorrido el Campeonato de Gipuzkoa, así que el primer guipuzcoano en cruzar la meta obtendrá el título.

¿Continúa abierta la inscripción?

Al ser un open la mayoría vienen con una preinscripción, pero los que no la hayan hecho también tienen la oportunidad de apuntarse el mismo día media hora antes de la salida. Es obligatorio estar federado para poder competir.

¿Desde cuándo no se disputaba una prueba de mountain bike en Ulia?

Hemos estado ocho años sin celebrar una carrera en Mendiola. El mayor problema que tenemos es el de caminos y el de la limpieza del monte. En las primeras ediciones de esta prueba había muchos corredores en el club y la gente venía a limpiar los caminos. Pero ahora el voluntario ha desaparecido. Organizar la competición es ya un trabajo duro, así que no podemos además limpiar el monte.

¿Quién es el responsable de mantener los senderos practicables?

Con el tema de las mugas una parte de Ulia pertenece a Donostia y otra a Pasaia. La capital hizo su trabajo hace mucho tiempo y este año, por fin, hemos conseguido que Pasaia limpie la parte de caminos que le corresponde y hemos podido recuperar el circuito.

A pesar de los inconvenientes, se han animado a preparar la prueba en su distrito.

Este año hemos decidido quedarnos aquí para dinamizar un poco el barrio. Acuden más de cien corredores, algunos vienen para todo el fin de semana y salen y consumen aquí. Nuestra idea también es crear un ambiente para Trintxerpe, Pasaia y Oarsoaldea y dar a conocer nuestra comarca.

¿Qué planes tienen para futuras ediciones?

El año que viene volveremos a San Marcos -ya estuvimos allí hace cuatro años- o probaremos con Donibane. La primera opción es Donibane, porque allí hay un polideportivo donde se pueden cambiar y duchar los corredores. Pero en Jaizkibel nos encontramos con el mismo problema de abandono de sendas antiguas y caminos. El problema es que Pasaia no tiene hecho un registro de sus caminos y la gente ha acampado y labrado huertas a su libre albedrío. Si no podemos acondicionar Donibane, volveremos a San Marcos o a Mendiola. En San Marcos no hay esos problemas porque tienen una brigada que limpia los caminos.

¿Cuánto tiempo les supone preparar esta carrera?

Para organizarla hemos estado dando vueltas cuatro meses. Lo más engorroso es el tema burocrático. Hay poca gente que tenga ganas de preparar estas cosas. En el club estamos sólo cuatro en la directiva.

¿Reciben ayuda del Ayuntamiento o de algún otro grupo para la organización?

Nos dan una subvención de 1.000 euros, que es bastante poco. Por eso queremos agradecer la labor de los voluntarios de Protección Civil. Sin ellos no podría llevarse a cabo este evento. Hace falta gente que trabaje sin querer ganar dinero.