UN proyecto para crear empleo digno para mujeres en Bolivia, la consolidación de 17 escuelas campesinas en Colombia, una iniciativa para impulsar el desarrollo turístico en Ecuador o varios programas para fomentar la participación de las mujeres indígenas en la sociedad guatemalteca. Son sólo algunos de los 17 proyectos que una quincena de ONG de la ciudad han podido desarrollar en once países de América Latina, África y Asia gracias, en parte, a las ayudas que han recibido por parte del área de cooperación del Ayuntamiento de Donostia. Las partidas van desde algo más de 11.000 euros hasta los más de 50.000, y conforman los casi 550.000 euros que el Consistorio destinó a subvenciones para proyectos de desarrollo en 2009.
En plena época de crisis, las ONG vascas han proclamado en más de una ocasión la necesidad de mantener las ayudas procedentes de instituciones, empresas y particulares para poder desarrollar su trabajo. En el Ayuntamiento de Donostia, el área de cooperación verá mermado su presupuesto este año en 200.000 euros, aunque la concejala responsable, Ainhoa Beola, incidió recientemente en que intentarán que no haya "reducción alguna en las subvenciones destinadas a las ONG", ya que en los países en los que actúan las consecuencias de la crisis son bastante más duras que en Donostia, por lo que la ayuda que las manos y bolsillos donostiarras puedan aportar se antoja imprescindible.
La mayoría de los proyectos subvencionados por el Consistorio se concentran en las áreas rurales de países americanos, en los que se trata de mejorar los equipamientos e incidir en la educación, pero también en la concienciación y participación social de mujeres y colectivos desfavorecidos. Así, también se ha cofinanciado un proceso de alfabetización y capacitación a comadronas en Guatemala, otro de atención a las víctimas de violencia de género en Honduras, un impulso al tejido asociativo en la defensa de los derechos humanos en Marruecos o la promoción de la inserción laboral de los jóvenes y creación de microempresas en Nicaragua.
convenios
Línea fija al Sáhara y los Balcanes
Además de a las subvenciones, el otro tronco que sostiene el área de cooperación municipal es el de los convenios estables que se mantienen con diversas agrupaciones. Uno de ellos es el que ha hecho llegar a los campamentos de refugiados de Tinduf inversiones por más de 130.000 euros, gestionadas a través de la Asociación de Amigos de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), destinadas a becas para estudiar, asistencia a madres solteras o a equipamientos tan básicos como cisternas de agua.
Euskal Fondoa es otra de las entidades con las que el Ayuntamiento donostiarra mantiene un convenio. El año pasado dedicó 160.000 euros a colaborar en programas como el de estrategia departamental, que busca construir municipios más equitativos y democráticos, en este caso, en El Salvador. También integra un programa de becas con la UPV-EHU para que los estudiantes puedan hacer prácticas en países en vías de desarrollo.
SOS Balcanes recibió 60.000 euros para proyectos de revitalización de áreas de Bosnia-Herzegovina que aún sufren las consecuencias de la guerra, que incluyen la creación de una base de datos de personas violadas y agredidas sexualmente. La agrupación de comercio justo o la coordinadora guipuzcoana de ONGs mantienen, asimismo, un convenio económico con el Ayuntamiento.
Finalmente, algo más de 70.000 euros se derivaron a ayudas directas a Guatemala y Palestina, así como a programas como el de las vacaciones que pasan entre nosotros los niños saharauis y los procedentes de Chernobil.
sensibilización
El arte como vehículo
A todos esos proyectos in situ, además, acompañan actividades que se desarrollan sin salir de Donostia. 220.000 euros, casi un 20% del total del presupuesto destinado al negociado de cooperación el año pasado, se invirtieron en subvencionar 16 proyectos de sensibilización, que abarcan desde talleres para trabajar la interculturalidad y juegos infantiles para educar en valores, hasta cursos de salud sexual y reproductiva, encuentros en torno a la inmigración o a mujeres y derechos humanos o cursos de formación para cooperación.
Se cofinanció, asimismo, la 13ª muestra de cine y cooperación de Mugarik Gabe. Y es que no sólo el cine, también otras manifestaciones artísticas siguen siendo un vehículo muy válido para hacer llegar a la ciudadanía donostiarra la realidad de los países en vías de desarrollo y la labor que las ONG realizan allí.