Donostia. El Ayuntamiento de Donostia ha optado por encargar un sistema de deshumidificación "eficaz" para el Archivo Municipal, ante el retraso en el anunciado traslado de estas dependencias que, según los planes municipales de antes de la crisis, estaba llamado a instalarse en un edificio municipal de nueva construcción en Zuatzu.

El Archivo Municipal se encuentra ubicado en los sótanos de la casa consistorial, un espacio en el que la presencia de hongos y otros microorganismos no es extraña. Tanto los dirigentes municipales como los trabajadores de este espacio han coincidido en los últimos tiempos en que las condiciones del lugar no eran las más adecuadas para conservar documentos de papel de gran antigüedad.

Por ello, y ante la evidencia de que el archivo no cambiará de ubicación, al menos por el momento, la junta de gobierno aprobó el pasado mes de febrero encargar el suministro e instalación de un sistema de "deshumidificación eficaz para el archivo administrativo e histórico de la casa consistorial", por un precio de 26.414 euros y un plazo de ejecución de dos meses.

La selección de la empresa -Técnica Sanitaria Ambiental SA- ha sido decidida tras consultar con tres sociedades del sector, por el denominado procedimiento negociado sin publicidad.

Hace dos años, el Consistorio planeaba llevar urgentemente el archivo municipal a una ubicación provisional para evitar que los legajos, planos y otros documentos se mantuviesen en este enclave hasta la construcción del edificio de promoción empresarial previsto en Zuatzu. Sin embargo, este traslado provisional no se ha producido y parece que al Archivo Municipal la queda aún tiempo en los sótanos del antiguo casino, que serán dotados del sistema para evitar los problemas derivados de la humedad.

carta a la corporación En marzo de 2008, los trabajadores de este servicio municipal, al que acuden cada día investigadores y profesionales de distintos sectores, dirigieron sendas cartas a los grupos políticos municipales para quejarse de la situación de las salas que acogen los documentos antiguos.

En su misiva, recordaban que un año antes, en noviembre 2007, la Inspección de Trabajo había ordenado el cierre del Archivo Municipal a causa de las humedades que presentaba y de las posibles afecciones que podría acarrear a la salud de los empleados. Tras adoptar algunas medidas, el archivo fue reabierto, aunque con la obligación de que los trabajadores entrasen con guantes y mascarillas al local infectado por hongos y microorganismos.

En su queja, los trabajadores recordaban que llevaban informando a las autoridades municipales de la situación desde hacía dos décadas, en los informes realizados en 1986, 1987, 1988 y 1990. Sin embargo, hasta 2007 el Ayuntamiento no contrató un sistema de conservación y limpieza de los fondos documentales, que tampoco resultó definitivo.