Risto Mejide regresó la semana pasada con su programa Viajando con Chester y este martes uno de los entrevistados fue Máximo Huerta. El periodista y efímero ministro de Cultura y Deporte con Pedro Sánchez recibió en Buñol (Valencia), el pueblo al que ha vuelto para cuidar a su madre, al publicista catalán, que conversó con él de varios temas, entre ellos su nueva novela, Adiós, pequeño. Y al hablar de ella, de lo que había sentido al leerla, Risto desveló algo que nadie esperaba.

“Me ha costado mucho leerla, y te digo por qué. No porque esté mal escrita, porque está maravillosamente bien escrita. Porque estás todo el rato hablando de tu madre y de lo que tú sientes hacia ella, hacia su vida, y para los que estamos todavía arreglando las cosas con nuestros padres, como es mi caso, que con mi madre hace cuatro años que no me hablo, ha sido una hostia importante. Me costaba avanzar”, reconocía Risto.

Curiosamente el catalán reconocía que después de todo ese tiempo, justo unas horas antes de esa entrevista había recibido un mensaje de su madre. “Hace cuatro años que no hablo con ella, ella no sabe que estoy aquí, no sabe nada de mi agenda de grabaciones. Nos peleamos, tuvimos una bronca muy gorda y hasta hoy. Y hoy por la mañana me ha escrito, hoy que venía a hablar contigo”, decía emocionado.

“Qué casualidad, cómo es el destino. ¿Pero vais a seguir hablando?”, preguntaba Máximo, a lo que seguía un suspiro de Risto. “No lo sé”, respondía, y el entrevistado pasaba a ser el entrevistador: “¿Pero tú quieres, o te gustaría?”. Y entonces llegaba otra dura revelación de Risto. “Yo creo que se lo debo a mi hija, porque ella no conoce a mi hija. Por mucho que yo haya tenido diferencias con mi madre mi hija no tiene la culpa, tiene una abuela. Estoy ahora mismo en conflicto, y más todavía hoy que acabo de recibir ese mensaje”.

“Yo tengo un apego feroz a mi madre”, admitía Máximo, y Risto añadía con gestos de emoción: “Lo de madre no hay más que una se dice por algo. Es una figura que no puede reemplazar nadie más”.