El pasado miércoles 24 de agosto saltaba la noticia. Mery Perelló fue ingresada en una clínica privada de Palma cuando cumplía la semana 31 de embarazo. Según fuentes cercanas, la mujer de Rafa Nadal debía pasar por el quirófano por recomendación médica, aunque finalmente decidieron mantenerla en observación para "evitar complicaciones" debido a su avanzado estado de gestación.

Ahora, la periodista Vanesa Sánchez del diario La Razón adelanta que Mery continuará hospitalizada los próximos días y como mínimo hasta la semana 34 de embarazo, "guardando reposo".

Los médicos querrían que el bebé siga cogiendo peso aunque la misma información recoge que los especialistas no "verían en este caso una situación alarmante", aunque ya habrían informado a los futuros papás de las altas posibilidades de que el embarazo no llegue a término. De esta manera, tanto Rafa como Mery ya habrían asumido que el bebé será prematuro.

Por su parte, el tenista manacorí continúa en Estados Unidos disputando el US Open, lo cual invita a pensar que su mujer y su hijo estarían fuera de peligro. Eso sí, por el momento no se descarta que en caso de parto o complicaciones en el embarazo, abandonase el torneo y viajase a la isla para estar con su mujer, con quien mantiene un contacto directo y constante.

Tanto Rafa Nadal y su familia como la de Perelló estarían molestas porque alguien que presta sus servicios en el hospital, haya filtrado a la prensa alguno detalles médico, y estarían tratando de averiguar quién es para tomar medidas, ya que Nadal y Perelló siempre han hecho gala de una gran discreción en todo lo relativo a su vida privada.