Un buen filete de pescado a la plancha es un placer al alcance de la mayoría, pero en ocasiones llega cierta desilusión al plato cuando al intentar dar la vuelta al pescado se ha pegado a la sartén o a la plancha y se ha roto. Aunque de sabor esté bien, no disfrutar de la pieza íntegra es una pena.

Pero teniendo en cuenta unos pequeños detalles se puede evitar que se pegue al fondo de la sartén o de la plancha, además de conseguir su punto de cocinado justo.

De entrada hay que valorar el estado en que se encuentra la sartén o la plancha. De entrada, para que todo vaya bien, la capa antiadherente de la plancha o de la sartén debe tener los menores daños posibles. Aún y todo, hay algún truco para solventar este inconveniente. En cualquier caso, para evitar daños hay que evitar los utensilios de madera o de algún material plásticos, dejando de lado los metálicos, que arañan los fondos.

Calentar mucho la sartén o la plancha antes de poner el pescado ayuda a que se tueste mejor por fuera sin agarrarse. Freepik

Otra medida de protección que se debe tomar es esperar a que se enfríe antes de ponerla bajo el grifo para enjuagarla o fregarla. Evitar el choque de temperaturas le dará una vida más larga. Para retirar los restos de pescado, lo mejor se usar una espátula de silicona para arrastralos. Ya para nota, no apilar otros utensilios encima cuando se almacene. Al sacarlos o al moverlos es fácil que se rayen. Lo mejor es colgarlos de un gancho, pero si no se puede, colocar algún tipo de protección entre los pucheros es una opción.

Metidos ya en faena, suele ser normal dar una última limpieza al pescado antes de prepararlo para terminar de eliminar distintos restos. Después de escurrir bien la pieza, lo mejor es secarla con papel absorbente para eliminar toda la humedad y el agua que pueda quedar. De esta manera se evitan dos posibles problemas, que el agua que quede baje la temperatura de la plancha y que se cueza más que asarse. Si ocurre esto es más fácil que se rompa al darle la vuelta.

La plancha o la sartén deben calentarse sin aceite, dejar que cojan mucha temperatura antes de poner el pescado, o cualquier otro alimento,. La idea es que se la superficie del alimento se selle y los jugos se queden dentro. La temperatura debe estar entre los 270 y los 300 grados. Lo ideal es poner el pescado primero por el lado de la piel y dejar que se tueste durante 3 o 4 minutos. Puede ocurrir que el con el calor, algunas pieles se encojan, para evitar que esto ocurra, no está de más dar un par cortes tras versales o en cruz. Cuando se le dé la vuelta, un par de minutos bastarán para terminar de cocinarlo.

Solo hay que darle una vuelta a la pieza, no moverlo más de la cuenta. Esperar a que se haga de un lado y después del otro. Si se mueve , aumenta el riesgo de romperlo.

Hay que manipular lo menos posible el pescado, solo una vez para darle la vuelta. Freepik

No hay que olvidarse del aceite, pero no se debe poner en la plancha, basta con poner sobre el pescado unas gotas y extenderlo con un pincel de silicona.

En el caso de que el fondo de la plancha o la sartén esté algo dañado, un buen remedio es cubrirlo con la hoja de papel de horno y poner el pescado encima. Puede ahorrar aceite y permite un buen control del cocinado.

Los utensilios empleados deben ser de madera o plástico, en especial al espátula que hay que emplear para dar la vuelta. Debe ser ancha y fina para que sea fácil meterla por debajo y hacer la maniobra.

Si a pesar de todo el pescado se pega, para evitar que se rompa al sacarlo, lo mejor quitar plancha del fuego y esperar unos minutos antes de meter la espátula para retirarlo, resultará más fácil.