El Celta busca venganza en los cuartos de la Copa del Rey, la competición que más ilusiona en el celtismo, que prepara un recibimiento masivo para levantar a un equipo que apenas tuvo respuesta al ciclón donostiarra el pasado sábado.

Los celestes necesitan ofrecer mucho más para regresar a una semifinal de Copa, pero sobre todo para evitar el descenso a Segunda división la temporada de su Centenario.

Esa es la mayor preocupación de la directiva que preside Marian Mouriño, entregada desde la salida de Luis Campos a Rafa Benítez, quien ha reclutado para su misión a dos viejos conocidos suyos, el brasileño Jailson y el lateral Javier Manquillo.

Benítez ya tiene plenos poderes en el Celta pese a la reciente llegada del mexicano Marco Garcés a la dirección deportiva. De momento, los únicos dos refuerzos son apuestas del técnico madrileño, en quien los dirigentes siguen manteniendo una fe ciega pese a su preocupante dinámica liguera con la plantilla más cara de los últimos años.

Pero la Copa es otra historia. Con su segunda unidad, el Celta viene de noquear al Valencia en Mestalla. Ahora le espera otro desafío mayúsculo, con la duda de si Benítez repite con los menos habituales o se la juega con Aspas y compañía.

Todo hace pensar que su equipo saldrá con tres centrales en la línea defensiva. Así le fue bien en Anoeta y así sujetó mejor a los atacantes de la Real Sociedad el pasado sábado. Defender y contragolpear son las señas de identidad de los equipos de Benítez.

No es lo que más gusta en Vigo, pero el premio de las semifinales es tan grande que el celtismo lo aprobará si su equipo derrota al equipo de su excanterano Brais Méndez, decisivo el otro día con un golazo que decidió el choque.

Alineación probable

Iván Villar; Kevin Vázquez; Starfelt, Jailson, Unai Núñez, Ristic; Carles Pérez, Tapia, Hugo Sotelo; Swedberg, Douvikas.