Una protesta de aficionados del fútbol derivó este jueves en violentos enfrentamientos con la policía en las calles de Sofía, donde la selección búlgara se enfrenta a la húngara en un partido de clasificación para la Eurocopa, con varios heridos y detenidos, según fuentes policiales.

El vicedirector de la policía capitalina, Stefan Ivanov, confirmó a EFE que hay "varios agentes heridos y varios aficionados detenidos".

Imágenes de varias personas tiradas y con sangre en las céntricas calles se vieron en las transmisiones en directo de las emisoras privadas bTV y Nova TV, junto a destacamentos de la policía armados con equipamiento antidisturbios, cascos, escudos y palos.

Según bTV, al menos 12 personas resultaron gravemente heridas y varios coches fueron calcinados.

Fuentes del Servicio de socorro médico de urgencias dijeron a EFE que hasta el momento, mientras siguen los enfrentamientos, habían registrado un total de 14 heridos, algunos de ellos graves.

El transporte público y el tráfico automovilístico esta totalmente bloqueado en el centro de Sofía.

Más de 1.600 uniformados se habían desplegado esta tarde en la zona central de la capital búlgara, donde se encuentra el estadio nacional Vassil Levski, horas antes del inicio del partido, que se juega allí sin público.

Protestas por la gestión de la UBF

Los hinchas búlgaros protestaban contra la gestión de la Unión Búlgara de Fútbol (UBF), que intentó en vano trasladar el encuentro a Plovdiv, la segunda mayor ciudad del país, por temor a que se produjeran disturbios con los aficionados descontentos por la mala situación de este deporte en el país.

Pero finalmente la UEFA no accedió a la petición de la UBF y decidió que el duelo se juegue en Sofía sin público. Hasta el último momento no se sabía dónde se iba a disputar el partido.

Poco antes de su inicio, miles de hinchas de diferentes equipos búlgaros se congregaron en las cercanías del estadio para demandar pacíficamente la dimisión del presidente de la UBF, Borislav Mihaylov, informó la radio pública BNR.

La tensión creció y los aficionados empezaron a lanzar petardos, pierdas, cócteles Mólotov y pedazos del pavimento contra los policías, que respondieron con cañones de agua y palos.

Los aficionados al fútbol y los ciudadanos llevan semanas protestando contra la UBF, acusándola de mala gestión, corrupción y falta de transparencia.

Consideran que el fútbol no ha hecho otra cosa que decaer desde que Mihaylov asumió la presidencia de la UBV en 2005, sin lograr una sola clasificación para la fase final de un campeonato de relevancia.