Se acabó la novela. El pasado 6 de junio el Athletic oficializó la salida de Iñigo Martínez, el 5 de julio el Barcelona hizo público su fichaje y ayer por fin el central ondarrutarra rubricó con su firma su vinculación al club azulgrana. Será hasta junio de 2025 y, tal y como se pudo comprobar en su presentación, no tiene dorsal porque aún no está inscrito en LaLiga. “En ese sentido tengo tranquilidad absoluta porque desde el primer momento sé cómo está la cosa, pero da igual cómo esté el Barcelona; cuando te llama se te hacen los ojos chiribitas”, dijo el defensa en rueda de prensa. Cabe recordar, además, que Iñigo Martínez llega a la entidad catalana de forma gratuita –después de que el Athletic pagara a la Real Sociedad 32 millones de euros en enero de 2018 para paliar la marcha de Aymeric Laporte al Manchester City– y tras una controvertida salida de Bilbao. Y es que mientras que Ibaigane aseguró una y otra vez que el defensa rechazó la oferta del club para continuar en la escuadra rojiblanca; el futbolista, su agente y su entorno niegan haber recibido oferta alguna. Ayer, Mateu Alemany, director de fútbol del Barcelona, dio la versión que faltaba en este trío: “Cuando nos interesamos por Iñigo, tenía contrato con el Athletic, pero afortunadamente para nosotros acababa. Sabemos que el Athletic no es un club fácil para negociar este tipo de cosas, pero la predisposición de Iñigo fue total”. A lo que el central añadió: “Cuando el Barça te llama, los demás equipos quedan en un segundo plano. Noté que Xavi me quería realmente, así que tenía que dar el paso sí o sí. Es el Barcelona, es el mejor equipo del mundo, cuando te llama haces la maleta rápido y te instalas aquí”. Iñigo Martínez, que tendrá que jugarse el puesto en el centro de la zaga con Ronald Araújo y Andreas Christensen, añadió que lo que más ilusión le hace es poder jugar la Champions League y competición europea, algo que aunque sí pudo hacerlo con la Real Sociedad, con el Athletic no: “Con la Real tuve la suerte de jugar Champions contra rivales muy potentes, pero con el Athletic no he tenido esa suerte. Nos ha costado muchos años dar ese paso, pero es muy complicado peleando además con gente de casa. Aun así, siempre estábamos ahí. Tengo muchas ganas de vivir todo eso y de afrontar esos partidos”.