Osasuna ve peligrar su participación en una competición continental la próxima temporada después de que la UEFA le anunciara que le ha abierto una investigación por el caso de los amaños de partidos de la temporada 2013-14 del que en el pasado mes de enero hubo una sentencia firme del Tribunal Supremo. La UEFA –así lo estipula el reglamento de sus competiciones– mantiene la doctrina firme de que ningún club relacionado con la posible alteración de resultados participe en sus competiciones. Osasuna, como recién llegado al escenario europeo, debe cumplir una serie de requisitos, el proceso de elegibilidad, en el que se contempla el análisis de la situación del club en los últimos tiempos y el juicio del caso Osasuna, en este caso, provoca la apertura de la investigación. El castigo que impone la UEFA en estos casos es la exclusión de la competición a la que ha llegado el equipo.

El conjunto navarro emitió ayer por la noche un comunicado en el que se ratifica en que nunca tuvo que ver con la compra de partidos y que la UEFA, en consecuencia, no tiene base para sancionarle. “Osasuna ha tenido conocimiento esta tarde –por ayer– de la apertura de una investigación disciplinaria de la UEFA en relación a su admisión en la Conference League 2023/24. Según ha podido saber la entidad, esta investigación está motivada por la sentencia del Tribunal Supremo en relación a los hechos acontecidos hace una década, en la temporada 2013-14, que paradójicamente exime al club de responsabilidad penal en los citados hechos: “Pues bien, sentado lo anterior y realizando una interpretación acorde con el principio de culpabilidad del artículo 31 bis del Código Penal, en la redacción vigente en el momento en el que, indiciariamente, se cometieron los delitos de corrupción deportiva de los que podría, en su caso, resultar responsable penal el Club Atlético Osasuna, considera este proveyente que la mencionada entidad en ningún caso podría tener responsabilidad penal por los mencionados delitos, no sólo por no concurrir el mencionado requisito de un actuar imputable a título de dolo o de culpa sino por no apreciarse, tampoco, otro de los elementos necesarios para la existencia de responsabilidad penal, cual es que el delito que se haya cometido en provecho de la entidad”, argumenta el club en su comunicado.

Osasuna, continúa en su nota, “se pondrá a disposición de la UEFA para aportarle cuanta información estime conveniente acerca de un proceso en el que la entidad, lejos de ser condenada, ha sido acusación particular y ha perseguido vía judicial a los responsables de los mencionados hechos, los cuales dañaron gravemente la reputación del club. Asimismo, informará al máximo organismo del fútbol europeo de que las personas condenadas por el Tribunal Supremo en 2023 cesaron de sus funciones en 2014 y fueron dadas de baja como socios de la entidad en 2015. Osasuna se personó como acusación particular, es decir, como perjudicado, en el proceso judicial que concluyó con la condena de dichas personas y con una sentencia que les ha obligado a pagar al club una indemnización económica cuantiosa que ha derivado en el embargo de propiedades y bienes de dichas personas por parte de la entidad”.

Osasuna termina su comunicado afirmando que “confía en que el procedimiento se resuelva de forma favorable para sus intereses y de que tanto sus deportistas como aficionados puedan disfrutar de la Conference League en justicia con los méritos deportivos realizados”.

Rocambolesco

Antes de que el club navarro conociera el problemático escenario al que se enfrenta y emitiera un comunicado al respecto, el desarrollo de los acontecimientos no dejó de ser cuando menos rocambolesco. Osasuna tuvo conocimiento del inicio de esta investigación por las informaciones de varios medios de comunicación y, a primera hora de la tarde, comenzó las pesquisas para confirmar esta poco tranquilizadora coyuntura. El club finalmente conoció de manera oficial que se le abría una investigación, pero se tuvo que enterar fuera de ese cauce que era referente al caso de los amaños y a su derivada final en la sentencia firme del Tribunal Supremo –está pendiente de unas aclaraciones y por ello los directivos no han ido a prisión–.

Osasuna, estupefacto por el alcance inicial de la noticia, también está sorprendido por cómo se desarrollaron los acontecimientos –el conocimiento antes en los medios que en el propio club– y porque se haya puesto el foco sobre él por un asunto que sucedió hace casi diez años y del que hay carpetazo judicial. Osasuna sólo sabía ayer que la UEFA –la comisión correspondiente– va a comenzar una investigación, pero no sabía el contenido del expediente ni lo que se va a solicitar al club en cuanto a aportaciones documentales o lo que sea. A partir de ese momento, la directiva podrá poner en contexto realmente hacia dónde van las investigaciones del organismo de fútbol continental.

Tampoco hay fecha para la resolución del expediente, que dependerá del trámite que se provoque. Osasuna participará en la Liga Conferencia a partir de los play-offs de clasificación, que se disputarán los días 24 y 31 de agosto. Antes, desde el 13 de julio, hay tres rondas de clasificación a doble partido. Osasuna conocería a su rival en el sorteo previsto para el 7 de agosto.

El Athletic se beneficiaría

En algunos medios se afirmaba que en el caso de que Osasuna fuese sancionado sin disputar la Liga Conferencia del próximo curso, el Athletic, octavo clasificado, ocuparía su puesto. l