Al finalizar el encuentro entre el Espanyol y el Barcelona, aficionados locales saltaron al terreno de juego y evitaron que los jugadores del Barça celebraran el título de Liga. Los cuerpos de seguridad actuaron rápidamente para controlar los incidentes, pero los aficionados se quedaron sobre el césped y lanzaron artefactos de todo tipo. Más allá de los incidentes con los jugadores azulgranas, un ultra del Espanyol fue captado cuando destrozaba una de las cámaras de Mediapro valorada en 50.000 euros.

El aficionado era candidato del PP en Sant Joan Despí y entrenador del equipo cadete del Junior de Sant Cugat del Vallès. Ahora, Jaume Roures, responsable de Mediapro, ha asegurado que quienes invadieron el campo fueron grabados y reclamará el importe de los destrozos.

Según informó RAC1, el propio infractor acudió voluntariamente a declarar a los Mossos para asumir los hechos y Mediapro, al tener conocimiento y valoración de todos los daños, ha decidido denunciar, no sólo a él, sino al resto de personas que invadieron el césped y rompieron material audiovisual. No sólo cámaras, sino también visores de publicidad y otros elementos. Confían en que los Mossos consigan identificar al resto de los responsables de dicha invasión.

Además de dimitir de su cargo político de cara a las elecciones del próximo 28 de mayo –era el número 9 de la candidatura del PP en Sant Joan Despí–, el propio Darnell ha renunciado de su cargo como miembro del cuerpo de entrenadores de la escuela de fútbol del equipo de Sant Cugat del Vallès. El club catalán lo comunicó a través de sus redes sociales: “Nos ha presentado la renuncia voluntaria”.

El Club Junior, tras una reunión con el ya exentrenador Yago, emitió un comunicado para informar a sus socios sobre la situación del técnico: “Reunidos durante la tarde de ayer con Yago Darnell, y expuesta la situación, nos ha presentado la renuncia voluntaria a su cargo con el objetivo de no perjudicar la imagen del club”.

“También nos ha pedido que hagamos extensivas a todos los socios y familias del club sus disculpas y su arrepentimiento”. Además, el club catalán condenó “los hechos ocurridos como a cualquier tipo de violencia en el deporte”.

Otro de los implicados en los incidentes es Carlos Ferrer-Calbetó, número 11 del PP en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), que, después de que las imágenes lo mostraran encarándose a los Mossos desplegados frente al túnel de vestuarios, también se ha visto obligado a renunciar a recoger el acta de concejal en caso de salir elegido en las elecciones.

Asimismo, a la espera de posibles sanciones para el club, LaLiga ya se ha manifestado al afirmar que, conjuntamente con el Espanyol, buscarán los protagonistas de estos actos para sancionarlos.

El espanyol, pendiente

Por otro lado, LaLiga confirmó ayer que ha denunciado ante el Comité de Competición y la Comisión Antiviolencia la invasión de campo de más de un centenar de aficionados del Espanyol, la mayoría procedentes de la grada inferior de Gol Cornellá, al término del partido contra el Barcelona, mientras este festejaba el título.

El escrito de LaLiga señala que durante la celebración del campeonato por parte de los jugadores, cuerpo técnico y personal del Barcelona en el terreno de juego, “se produjo una invasión del mismo por parte de más de un centenar de aficionados locales, debiendo intervenir tanto el personal de seguridad privada del club como los antidisturbios, produciéndose ciertos daños materiales relevantes asociados al equipamiento técnico de la producción del partido”.

“Se ha de indicar, y según información facilitada por el club local, que para este encuentro el propio club había incrementado el habitual dispositivo de seguridad privada, pasando de 107 a 167 vigilantes de seguridad, y de 390 a 460 auxiliares de seguridad”, añade.

La denuncia de LaLiga refleja también los insultos que unos 1.000 aficionados locales, pertenecientes al grupo Grada Canito, dirigieron al Barcelona antes y durante el partido, así como a Xavi Hernández.