Ivan Rakitic metió anoche al Sevilla en los cuartos de final de la Copa con un gol ante el Deportivo Alavés, en el inicio de la segunda mitad de un partido que acabó con los hispalenses pidiendo la hora ante un buen rival alavesista al que solo le faltó el gol, que pudo hacer hasta el último instante, para rubricar un gran encuentro.

Un remate en plancha del sevillista tras el paso por vestuarios salvó los muebles de un equipo que fue superado por un plantel de Segunda División que le arrinconó por momentos pero se encontró con un gran Marko Dmitrovic.