La candidatura de Anoeta para ser una de las sedes del Mundial de fútbol masculino en 2030 ha superado el primer examen. Así se trasluce del informe de la RFEF que han recibido las instituciones guipuzcoanas y en el que todos los requisitos exigidos están en verde, lo que la candidatura de Anoeta no debe subsanar ninguna documentación antes del próximo 3 de noviembre, fecha límite.

La candidatura ibérica, a la que este mes se ha unido Ucrania por motivos diplomáticos más que futbolísticos o geográficos, continúa su camino con el análisis de las ciudades aspirantes. La RFEF dispone de 11 sedes para 15 aspirantes; Portugal, 3 y Ucrania acogería partidos en Kiev y Donetsk.

En el caso de Anoeta está bien situada, impresión que se confirma en el informe recibido ahora y que da perfecta cuenta a los requisitos que puede solicitar la FIFA en un proceso que se abrirá en 2023. Queda por ver si otros estadios cumplen a tiempo los requisitos o, en su caso, presentan garantías fiables de que lo harían con la vista puesta en 2030 en el caso de que la candidatura de España, Portugal y Ucrania fuera elegida.

El análisis de la RFEF da el visto bueno a 62 ítems a los que han tenido que responder el promotor local del evento (Anoeta Kiroldegia), la comunidad autónoma, el Ayuntamiento el el club o titular del estadio, además de un anexo con los requisitos del estadio. En este caso, los promotores de la candidatura se comprometen a la pequeña obra que requeriría Anoeta (con unos 39.500 espectadores) para acoger partidos oficiales del Mundial, que exigen 40.000 localidades para la venta.

La arquitecta responsable de la reforma de Anoeta, Izaskun Larzabal, ya reconoció a este diario que el proyecto original contemplaba la posibilidad de ampliar el aforo a 42.000-44.000 espectadores con un reajuste de los espacios de las gradas, siempre dentro del marco legal exigido. Una circunstancia que Anoeta tiene que ejecutar si al final es sede mundialista o que, con el camino que lleva la Real, puede tener que afrontar por su propia necesidad.

El informe repara en aspectos de voluntad (el interés y los compromisos de las instituciones para acoger la cita) y en cuestiones de carácter técnico, como la cercanía de un aeropuerto abierto las 24 horas (sería Foronda), una capacidad hotelera mínima, instalaciones requeridas como oficinas, aparcamientos, soportes publicitarios, un plan de sostenibilidad o el compromiso de que el 75% de la energía consumida sea renovable.

El informe no deja de ser un trámite, pero imprescindible para seguir en la carrera por la cita mundialista de dentro de ocho años. En los próximos días se conocerá si hay precandidaturas que caen por no pasar esta criba y entrarán en juego otros factores, como los criterios que termine eligiendo la RFEF para repartir las sedes. Algunas parecen más fijas que otras.

En julio, el ente federativo confirmó en la carrera a Madrid (Santiago Bernabéu y Wanda Metropolitano), Barcelona (Camp Nou y RCDE Stadium de Cornellà-El Prat), Valencia (Mestalla), Sevilla (La Cartuja), Zaragoza (La Romareda), Málaga (La Rosaleda), Murcia (La Nueva Condomina), Las Palmas de Gran Canaria (Estadio Gran Canaria), Bilbao (San Mamés), Gijón (El Molinón), Vigo (Balaídos) y A Coruña (Riazor). La incorporación de Ucrania a la candidatura ibérica no altera los planes iniciales, ya que España contará con las 11 sedes previstas y Portugal, 3.

Amenazas en el horizonte

La carrera no ha comenzado de manera formal (lo hará en 2023 cuando la FIFA publique los requisitos concretos de 2030, la elección será un año después), pero el mundo del fútbol es un hervidero de movimientos. La candidatura ibérica es la que más avanzados tiene sus preparativos hasta la fecha, pero otras federaciones de otros continentes ya han movido ficha. Por un lado, Marruecos, que en un tiempo fue opción de un proyecto conjunto con España y Portugal. Por otro lado, con motivo del centenario del Mundial de 1930, Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile quieren organizar la cita.

Hace mes y medio, sin embargo, se sumó a esta carrera una candidatura que despierta ciertos recelos, por la fortaleza diplomática de sus integrantes y por el hecho de aunar países de tres continentes: Arabia Saudí, Egipto y Grecia. Al frente de la candidatura se halla el país alauita, que va lanzado a organizar citas deportivas de esta magnitud y ya tiene la vista puesta en unos juegos olímpicos.