¿Cómo se sienten en los días previos a la final?

La sensación que más resaltaría es la ilusión, además de las ganas de jugar y hacer algo bonito. No siempre tenemos al alcance de la mano una final y eso hace que sea un partido especial. El equipo está ilusionado, con ganas de hacer las cosas bien y disfrutarlo con los aficionados que vayan allí y los que nos apoyarán desde Gipuzkoa. Nos van a dar esa cercanía que necesitamos y queremos regalarles una Copa.

Llegar a la final ya es un éxito, pero ahora tienen el reto más complicado posible: ganar al ‘imbatible’ Barcelona. ¿Lo ven posible?

Si no creemos, ni vamos. Sabemos que es muy difícil, es una final. Normalmente llega el Barca y es muy difícil de batir, de hecho el más difícil, pero no significa que no haya posibilidades. Sabemos lo que podemos hacer, lo que no y confiamos en nuestras opciones y en la capacidad que tenemos.

¿La mejor manera de afrontarlo es pensar en ustedes mismas y no obsesionarse con el nivel del rival?

Sí, eso es. Pensar todo el rato en el rival sería un grave error, ya sabemos la dimensión del Barca. Para qué centrarte en ellas si nosotras tenemos que hacer nuestro juego. Si queremos ganar, tiene que ser así. Es muy complicado, pero tenemos la capacidad, el nivel futbolístico, la mentalidad y la ilusión. Todo eso nos hace creer.

Usted, como central, va a tener mucho trabajo...

Ellas llegan al ataque de todas las maneras. Es una barbaridad de equipo, saben atacar cualquier situación de juego. Tenemos que darles las menores posibilidades de que nos hagan daño, que nos van a hacer. Pero nosotras también podemos hacerles daño. En los últimos partidos en Liga les hemos marcado gol y hemos tenido oportunidades. Tenemos que intentar ponérselo complicado.

"Ellas atacan de muchas maneras; ante eso, lo único que podemos hacer es defender bien"

De alguna manera hay que buscarles las cosquillas.

Tenemos que hacer nuestro trabajo. Tienen muchas maneras de atacar, ante eso lo único que podemos hacer es defender muy bien. Ellas se vuelcan mucho al ataque y tenemos muy buenas jugadoras que hacen daño a la espalda y en transiciones somos buenas. Entonces, hay que ver si ellas también son capaces de defender esas situaciones. Y sabemos que debemos aprovechar las ocasiones que tengamos.

Echará en falta en el eje de la defensa a Ana Tejada.

Es una pena haber compartido todo el año aquí y que ahora no esté. Se le ha presentado un proyecto ilusionante y ha decidido marcharse. Estoy segura de que tendrá un trozo de ella con nosotras y nos animará. Ha vivido el trayecto hasta aquí y lo más bonito va a ser la final. Nos acordaremos de ella y de las que han participado menos, porque todas han aportado para que lleguemos a este partido.

Le estarán viniendo a la memoria los recuerdos de hace cinco años, ¿no?

Desde el momento en el que nos tocó el Atlético en semifinales, tuve buenas sensaciones. Lo bonito de estas situaciones es lo que te hace sentir llegar a una final y esos días previos. Lo de ahora se me asemeja mucho a lo de hace cinco años, da gusto tener esas sensaciones, te hace creer más.

"En la final de Granada disfruté todo, fue algo único"

¿Disfrutó los momentos previos en Granada?

Disfruté todo. No cambiaríamos nada de lo que pasó allí, ni lo que sufrimos en aquel partido, ni los días y horas previas, lo posterior… fue único.

Aquella vez el Atlético dio dos postes tras el 2-1. Esta vez, entre otras cosas, hará falta también esa pizca de suerte.

Ellas tuvieron muchas ocasiones. Somos conscientes de que el Barcelona va a tener ocasiones, pero vamos a ponérselo lo más difícil posible. Vamos a hacer nuestro trabajo, y confiar en que ellas no estén tan acertadas y nosotras sí.

Cuando sufran, siempre podrán mirar a la grada.

Siento que los aficionados nos van a ayudar un montón. Sentir que están ahí, que se han movido solo por nosotras… inconscientemente te da muchísima fuerza. Poder regalarles una Copa sería la hostia.