“Vamos a Bilbao pletóricas, porque es un derbi y porque necesitamos los tres puntos”

¿Notan ya el cosquilleo previo a un derbi?

–Por supuesto. Es un derbi, es en Bilbao y es en San Mamés, por lo que nos ha dicho que va a ir mucha gente. Además, coincide con el Euskaraldia. Vamos pletóricas a Bilbao, primero, porque es un derbi, y, segundo, porque necesitamos los tres puntos para estar más cerca de nuestro objetivo. Y porque es en una buena hora y delante de mucha gente.

¿Cómo llega el equipo a este derbi?

–El equipo llega muy bien. Hoy –por ayer– ya han llegado todas las internacionales que hemos tenido alrededor de todo el mundo y tenemos dos días para trabajar los últimos detalles. Físicamente estamos bien, convencidas de que nos puede salir un buen partido y motivadísimas por lo que nos viene.

La Real sufrió su primera derrota justo antes del parón liguero, ante el Madrid CFF. ¿Le han dado muchas vueltas a este resultado?

–Para lo bueno o para lo malo la fecha FIFA ha existido y hemos tenido tiempo para descansar, desconectar y ponernos a tono físicamente. Ganar en San Mamés puede servir para resarcirnos de la última derrota.

El Athletic tiene tan solo tres puntos menos que la Real. ¿Eso le añade importancia a este derbi?

–En cuanto al aficionado, por supuesto que sí. Pero nosotras sabemos que esto va de 30 partidos, que la liga es muy larga, y al final de la primera vuelta haremos un balance más concreto. Ahora mismo, no nos importa cómo estén ellas en la clasificación.

¿Qué tipo de partido espera?

–Muy intenso por su parte, que juegan en casa y tienen la presión de tener que ganar, y muy intenso por nuestra parte, que queremos volver a ganar ese segundo derbi que se juega en San Mamés. El primero ya fue nuestro e intentaremos que el segundo también lo sea y así poder dar un golpe sobre la mesa.

Jugar en San Mamés será un aliciente añadido...

–Pocos escenarios hay mejores que San Mamés para jugar un partido un sábado a las ocho de la noche. Somos unas privilegiadas, mi equipo es súper privilegiado. Jugar en uno de los mejores estadios de España es lo mejor que te puede pasar como deportista y, si ya lo culminas con una victoria, lo bordas.

El año pasado, por primera vez, la Real se impuso en los dos derbis ligueros.

–Sí. Hasta el año pasado diría que estábamos lejos de ganar los derbis. Con el tiempo hemos ido dándole la vuelta, el equipo se ha consolidado, ha perdido el miedo que quizás tenía en esos derbis. Esta temporada puede pasar exactamente lo contrario o puede ser igual. Lo del año pasado ya no vale para nada, pero sí que la idea y el objetivo es ganar los dos, por supuesto.

¿Ha visto algún partido del Athletic esta temporada?

–Alguno sí. No muchos, porque siempre nos pillan viajando o jugando nosotras. Pero las estudiamos, por supuesto. Tiene una línea defensiva bastante consolidada, que no cambia. Intenta ser sólido defensivamente y ha ido recibiendo cada vez menos goles. Ha jugado contra rivales súper difíciles y, como en años atrás, busca balones largos y aprovechar la velocidad de la gente de arriba. No sé qué nos planteará, pero tenemos capacidad suficiente para hacer frente a eso.

Los estilos de los dos equipos pueden contrastar...

–Sí. Tenemos recursos como para jugar balones largos y hacer un juego más directo, solo que por el perfil de jugadoras que tenemos igual somos más peloteras y nos gusta tener el balón en los pies. Pero considero al equipo táctica y conceptualmente inteligente como para saber jugar en largo. 

¿Es una motivación terminar la liga como el mejor equipo de Euskal Herria?

–Nosotras deseamos que a los clubes vascos les vaya lo mejor posible y nos centramos en nosotras mismas. No nos obsesiona ser el mejor equipo de Euskadi;nos obsesiona acabar lo mejor posible en la clasificación.

Jugó en el Athletic. ¿Es un partido especial para usted?

–Para mí jugar en San Mamés es algo muy bonito. Mi familia vive en Sopelana, yo me he criado en Bilbao y he jugado cinco años en el Athletic, y el último año incluso gané la liga. Tengo la suerte de haberlo vivido en primera persona y con muy buenas experiencias. 

¿Quedan muchas jugadoras de su etapa en el Athletic?

–¡Qué va! Quedan unas pocas jugadoras, cuatro o cinco, podría contarlas con los dedos de una mano. La juventud está entrando muy fuerte y yo tuve compañeras muy veteranas. Han pasado siete años desde que ya no juego allí y poco a poco se han ido retirando.

No ha jugado desde el 2 de octubre. ¿Espera tener minutos en el derbi?

–Yo espero tener minutos siempre. A partir de ahí, ya es Natalia –Arroyo– la que decide cuándo tengo que participar y cuando no. Estoy absolutamente preparada para jugar, para hacerlo en San Mamés, con la mentalidad fuerte, como siempre, y dispuesta a estar para el partido.

Más allá del derbi, ¿cómo está viendo el inicio liguero de la Real?

–Pues la verdad es que muy por debajo de nuestras expectativas. Quizás las teníamos muy altas o quizás no hemos conseguido retomar el ritmo que teníamos el año pasado. Sabiendo que no ha sido nuestro mejor inicio, sí que creemos que la derrota del otro día ante el Madrid CFF puede ser un punto de inflexión y, de ahí, poder tirar para arriba, porque tenemos muy claro que queremos pelear por algo, y ese algo es poder entrar en puestos de Champions. Si no, la liga se hace muy larga, y no estamos aquí para no pelear por nada. No hemos empezado la temporada con muy buen pie, pero esperamos darle la vuelta. 

¿Será posible volver a clasificarse para jugar en Europa?

–Será muy difícil, pero por supuesto que es posible. El año pasado lo hicimos, y este año, con mejor plantilla y con jugadoras más contrastadas, cada vez más veteranas y con la experiencia del año pasado, puede ser posible. Aquí todo el mundo mejora y todo el mundo pelea por el mismo objetivo. No sé qué pasará, pero nosotras lo tenemos en mente. Uno de los objetivos es estar cerca de eso y si lo conseguimos será otro exitazo, como fue el año pasado. 

Tiene contrato hasta el final de esta temporada...

–Tengo una relación muy sana con la Real, muy directa y muy sincera. Ellos saben lo que yo pienso y yo sé cómo piensan ellos. A partir de ahí, si sigue habiendo acuerdos sería maravilloso, pero no solo está en mis manos. No sé qué pasará. Esto es cosa de dos. Por mí, no hay ningún problema, pero hay que esperar un poquito más.