Cecilia Marcos: “No tenemos que cambiar tantas cosas del partido de ida, porque hicimos muchas de ellas bien”

La ilusionante trayectoria de Cecilia Marcos (Donostia, 2001) se frenó en seco en la segunda jornada de Liga de la temporada pasada, cuando se produjo una rotura en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. La joven atacante txuri-urdin no pudo volver a jugar un encuentro oficial hasta el primer partido del campeonato liguero actual, cuando disputó los últimos diez minutos del duelo ante el Villarreal. En la siguiente jornada, contra el Betis, ya fue titular y jugó durante toda la primera mitad. Su primer objetivo ahora es alcanzar su mejor versión y “volver a disfrutar con el balón”.

Se lesionó el 12 de septiembre de 2021, frente al Athletic en San Mamés (0-1), y reapareció por fin el pasado día 17, en los últimos diez minutos del duelo frente al Villarreal en Zubieta (2-0). ¿Cómo ha llevado el proceso de recuperación?

Ha sido casi un año. Todo fue un shock, porque venía de hacer una buena pretemporada y pensaba que ese iba a ser mi año. Cuando me dieron la noticia no me lo quería creer. Cuando estaba en la sala de médicos con Piu –el doctor José Manuel González de Suso– fue un funeral, la verdad. Los primeros días fueron de bastante bajón, porque no te lo acabas de creer y piensas que es una lesión que se prolongará como mucho un mes. Alguna vez me había lesionado algún tobillo, pero nunca había tenido nada tan grave. Luego se va alargando, entras en el quirófano, y ves que esa misma noche no puedes moverte en la cama en la que vas a dormir. Pero con la ayuda de las compañeras, de toda la gente que me ha rodeado y del servicio médico lo he ido afrontando de la mejor manera para estar ahora lo mejor posible.

La temporada 2020-21 jugó 27 encuentros con el primer equipo. Su baja llegó cuando parecía destinada a asentarse con el primer equipo...

Venía de tener una pretemporada súper buena, que me salía todo. Físicamente también estaba muy bien. Pero nunca sabes cuándo pueden pasar estas cosas. Hay que estar preparada para todo. El fútbol es un deporte de contacto, físico, así que siempre puede pasar algo así. Hay que pensar que puede ocurrir algo así y, cuando pase, hay que estar lo mejor preparada posible.

¿Ha sacado alguna conclusión de esta lesión?

He ido acumulando las ganas de jugar durante todo el año. Tenía muchísimas ganas de estar con el balón, porque he estado mucho tiempo separada de él. Comentaba en casa que nunca había estado tanto tiempo sin un balón como cuando he tenido esta lesión. Creo que el mayor aprendizaje que he sacado ha sido dar valor a poder entrenar cada día con las compañeras, que al final es lo que nos gusta hacer cada día, y cuando te pasa algo es cuando lo valoras de verdad. Y que si te molesta algo, hay que parar, que si luego fuerzas y te haces algo mayor, te vas a dar cuenta que era mejor haber parado.

¿Qué sintió al volver a jugar a fútbol?

Estaba más nerviosa que en el primer partido que jugué en pretemporada. Jugar en la Liga es algo diferente, estás en casa, con la afición... notas otras mariposas en el estómago. La verdad es que me sentí muy a gusto, con plena confianza en que mi rodilla no iba a fallar, y con confianza con el balón. Quieres que vuelva a empezar todo otra vez, volver a tener confianza con el balón, coger sensaciones, tener minutos y volver a estar en mi mejor versión.

¿Qué le dijo ese día su entrenadora, Natalia Arroyo?

Que lo diese todo y que disfrutase, que al final para jugar lo mejor posible tenemos que disfrutar con el balón, que es lo que más nos gusta.

¿Ya se encuentra al 100%?

Sí. En los entrenamientos ya soy una más y la lesión ya está olvidada por completo.

¿Sufrió mucho viendo los partidos desde la grada?

Las primeras veces se me hizo bastante raro. Desde el banquillo, quieras que no, siempre puedes participar, o estás más cerca de poder ayudar al equipo que desde la grada. Luego asumes que hay otras formas de ayudar a tus compañeras sin el balón, y que puedes animarles en la grada.

¿Le sorprendió el rendimiento de sus compañeras durante la temporada pasada?

No, porque en pretemporada ya veía la dinámica que teníamos. No es casualidad cómo acabamos. En el día a día, aunque yo estaba un poco apartada, en los momentos en los que podía ver los entrenamientos sí veía el rendimiento que estaba teniendo el equipo y cómo se disfrutaba. No es casualidad que luego el fin de semana se tradujese en tres puntos.

En tres puntos y en un buen juego.

Sí, en un juego atractivo, que es lo que nos gusta a nosotras y lo que le gusta a la afición. Si las dos cosas van cogidas de la mano, todo es más fácil.

Como ha dicho, esta temporada vuelve a ser una más en la plantilla. ¿Cuáles son sus objetivos para este año?

Primero, estar cerca de mi versión de antes y disfrutar otra vez con el balón. He estado mucho tiempo apartada de el y coger sensaciones otra vez cuesta. No hay que tener prisa. Luego las cosas ya irán viniendo solas.

Tendrá que luchar por hacerse un hueco en las alineaciones…

Al igual que el año pasado, va a tocar pelear el puesto en cada entrenamiento y cada día, y saber que tienes que pelear el puesto con tu compañera nos hace mejores a cada una de nosotras y que hay que seguir trabajando para estar en el once y dejarse la piel.

Cinco compañeras suyas han sido campeonas del mundo sub-20, y desde las categorías inferiores también vienen pisando fuerte...

Desde abajo venimos y vienen pisando fuerte. En pretemporada muchas jugadoras del B y alguna del C han podido participar con nosotras y, aunque son jóvenes, se ve que vienen fuertes, así que arriba tampoco nos podemos relajar, y las campeonas del mundo se dejan notar y vienen a por todo.

Como equipo, ¿qué retos se han planteado para este curso?

Estar lo más cerca posible de lo que hicimos el año pasado. Creo que otra vez tenemos equipo para estar cerca de eso.

¿Cree que se podrá repetir una temporada como la del curso pasado?

Creo que va a ser una temporada diferente, porque todos los equipos se han reforzado y los rivales ya saben cómo jugamos. Ahí está la dificultad de cada año. Los equipos nos conocemos más y mejor. Ahí está el reto, es lo que nos gusta, y queremos volver a afrontarlo igual que el año pasado.

De momento, el reto más inmediato es superar la eliminatoria ante el Bayern de Múnich…

Creo que aquí hicimos un muy buen partido, lo competimos hasta el último minuto, y generamos muchas ocasiones. La eliminatoria todavía está muy abierta, así que allí pelearemos hasta el minuto 95 para poder entrar –en la fase de grupos–.

El Bayern se presentaba como un equipo teóricamente superior, pero el partido estuvo muy igualado.

Sí, creo que en Anoeta les plantamos cara, por mucho Bayern que fuese. Tenían jugadoras rápidas y por arriba tenían su punto fuerte, pero nosotras, desde la calma y generando ocasiones, les conseguimos afrontar. Como digo, creo que la eliminatoria está muy abierta, aunque perdiésemos 0-1.

La afición respondió y Anoeta batió un récord de asistencia en la fase previa de la Women’s Champions League. ¿Cómo lo vivió?

Con tanto grito de ánimo no nos escuchábamos entre nosotras en el campo, pero fue súper bonito ver cómo respondió la Bultzada y toda la gente que vino a animar. Yo desde el banquillo flipé, porque nunca había vivido un partido así. Ojalá se pueda repetir.

¿Cómo cree que será el encuentro de vuelta?

No va a ser lo mismo, porque tenemos que ir a por un gol para igualar la eliminatoria, obviamente. Pero creo que no tenemos que cambiar tantas cosas de las que hicimos en Anoeta, porque hicimos muchas bien. Tenemos que salir con la confianza y con la tranquilidad que salimos: sabemos hacer las cosas, crear ocasiones y meter gol.

¿Se puede soñar con la remontada mañana?

Hombre, claro. Sí, sí.

¿Se imagina superar la eliminatoria con un gol suyo?

Sería magnífico. Lo firmo ya, aquí mismo. Yo quiero ayudar al equipo, y si puedo hacer gol o hacer un pase que acabe en gol, encantada. Debutar en la Champions sería un día para el recuerdo.