Los pronósticos se han cumplido. El Partido Popular ha sido la fuerza más votada en el Estado español, cuatro puntos por delante del PSOE. La formación que dirige Alberto Núñez Feijóo sube nueve escaños respecto al resultado de hace cinco años y obtiene 22 de los 61 escaños en juego, seguido de cerca por los socialistas, que se quedan con 20 asientos, uno menos que en 2019. Para los populares es un triunfo, sin duda, porque no es un empate como llegó a temer en la recta final, pero también lo es para el PSOE, que no sufre un descalabro.

Y es que, al inicio de la campaña, la ventaja del PP llegó a ser de más de diez puntos, pero en las últimas semanas las dos principales fuerzas del Estado se han ido acercando hasta el resultado de esta noche. El recuento final ha arrojado un 34,19% de los votos para el PP frente al 30,18% para el PSOE. Una vez más, los populares habían planteado estas elecciones como un plebiscito sobre el presidente del Gobierno español, aunque desde hace días ya habían asumido que los comicios europeos no tumbarían a Sánchez. “El plebiscito son elecciones de sí o no, ha habido un sí al Feijóo y un no a Pedro Sánchez y a su forma de hacer política. Pedro Sánchez quería darse el gusto de ganar a Feijóo, pero querido Pedro, el gusto es nuestro”, ha señalado, no obstante, Cuca Gamarra en la valoración de los resultados.

La secretaria general del PP se ha felicitado de haber multiplicado casi por cuatro la distancia que Feijóo sacó a Sánchez en las elecciones generales de julio. “Hace un año la distancia fue de 1,4 puntos y hoy la hemos multiplicado casi por cuatro”, ha apuntado. También ha celebrado que el PP recupere “el liderazgo político en el Parlamento Europeo”. “Este incremento lo hemos conseguido en tan solo cinco años. El PP endosa al PSOE la mayor derrota en unas elecciones europeas en los últimos 25 años. Hemos conseguido una victoria que va a ser fundamental parta el futuro de Europa y de España. Casi 6 millones de españoles han cogido hoy una papeleta del PP y esa ha sido su respuesta, desde la moderación y el europeísmo, a las políticas de Sánchez”, ha continuado Gamarra, quien ha puesto la puntilla la puntilla: “Sánchez obtiene su peor resultado en unas elecciones europeas”. Y no solo eso, según ha resaltado la secretaria general del PP, “pierden todos los partidos que le apoyan”.

“El mismo resultado”

Si los populares se han mostrado satisfechos con su resultado, los socialistas han hecho lo mismo en sus propias valoraciones. “Está clarísimo que el plebiscito ha sido un fracaso”, ha destacado la candidata del PSOE a las elecciones europeas, Teresa Ribera. Y es que para el partido del Gobierno, los dos escaños de ventaja del PP son la muestra de su resistencia en esta cita electoral. “La polarización permanente no ha debilitado al partido socialista. El resultado electoral es prácticamente idéntico al del 26 de julio, esa máquina del fango permanente nos ha llevado prácticamente al mismo resultado electoral, que es el respaldando al presidente”, ha asegurado la vicepresidenta tercera del Gobierno.

Ribera ha destacado, asimismo que el PSOE ha obtenido “el mejor resultado electoral de un partido de gobierno socialdemócrata en Europa”. La cabeza de lista socialista se ha referido también al triunfo no solo del PP, sino de las dos fuerzas ultras, Vox y La fiesta se acabó, de Alvise Pérez. “Hoy el PP absorbe a Ciudadanos y crece la ultraderecha”, ha apuntado.

Campaña permanente

El Estado lleva casi un año en una especie de campaña electoral continua, en la que Sánchez parece siempre en la cuerda floja pero termina cosechando mejores resultados de los esperados inicialmente. Ocurrió en julio, también en las elecciones catalanas y ahora en Europa, que aunque ha perdido lo ha hecho con un margen mucho más estrecho del que se esperaba al inicio de la campaña electoral. En estos comicios, el presidente del Gobierno español ha vuelto a hacer lo que ya fue un éxito hace un año: coger los ataques que recibe y darles la vuelta para intentar sacar provecho. Y así, “zurdo”, calificativo con el que el presidente argentino, Javier Milei, se refiere despectivamente a la gente de izquierdas y con el que Sánchez ha tenido un cruce de ataques, se ha colado en la estrategia electoral socialista, que ha vuelto a hacer de la amenaza ultraderechista el eje de su campaña.

El PSOE ha prodigado también gestos y guiños hacia el votante de izquierdas, para disgusto de su socia de Gobierno, Yolanda Díaz, como el reconocimiento del Estado palestino o el anuncio de que España se suma a la demanda contra Israel en la Corte Internacional de Justicia, un anuncio que no ha resultado del todo como trató de venderse, ya que lo que ha hecho es sumarse al proceso judicial para asistir a la Corte, sin posicionarse de un lado u otro.

Sin embargo, si hay un tema que ha dominado la recta final de la campaña ese ha sido la citación a Begoña Gómez por presunto delito de corrupción y tráfico de influencias. Pero, esta vez, en lugar de retirarse cinco días a pensar, Sánchez sacó toda la artillería: en una nueva carta a la ciudadanía denunció una supuesta injerencia electoral y pidió una respuesta en las urnas, y después acudió con su esposa a un mitin electoral. Desde hace tiempo, el PP convierte cada elección en un plebiscito sobre el presidente. Y aunque los populares hayan cantado victoria, Sánchez ha demostrado una vez más su resistencia.